19 de Enero, 2008
Por: Casto Ocando
En medio de un polémico enfrentamiento con el presidente Alvaro Uribe
por el estatus político de la guerrilla colombiana, el presidente Hugo
Chávez abrió inesperadamente un nuevo frente que ofrece más argumentos a
sus detractores: su confesión de que diariamente consume hoja de coca.
La revelación pasó casi desapercibida en una alocución de cuatro horas
que Chávez pronunció la semana pasada ante la Asamblea Nacional, donde
también estuvieron presentes diplomáticos extranjeros.
La afirmación vino pocos párrafos después de que, en su discurso, Chávez
propusiera por primera vez que se reconociera la beligerancia de los
grupos subversivos colombianos, de acuerdo con una transcripción en el
sitio oficial de la Asamblea Nacional de Venezuela.
En imágenes difundidas en vivo por la televisión venezolana y
acompañando sus palabras con gestos teatrales, Chávez afirmó: “Yo
mastico coca todos los días en la mañana”. Mostrando sus bíceps a la
audiencia parlamentaria, añadió: “Y miren cómo estoy”.
El mandatario venezolano, de 48 años y famoso por su rechazo al licor,
admitió que, así como Fidel Castro le “manda helados Coppelia y muchas
otras cosas que me llegan frecuentemente de La Habana”, el presidente
boliviano Evo Morales le “manda pasta de coca”.
Y como para no dejar dudas sobre su gusto por la coca, puntualizó: “Se
las recomiendo”.
La afirmación está generando reacciones diversas, incluyendo comentarios
satíricos en la prensa venezolana, pero también serias advertencias de
analistas venezolanos y bolivianos, que ven en la afirmación de Chávez
un acto de ilegalidad impropio de un jefe de Estado y un respaldo
peligroso a una sustancia controlada mundialmente que es precursora de
la cocaína.
En una declaración sin aparente conexión con la confesión de Chávez, el
zar antidrogas de Estados Unidos, John Walters acusó ayer al presidente
venezolanos de ser un “gran facilitador” del tráfico de cocaína, que
circula a través de Venezuela como puente a otros destinos.
“Creo que es el tiempo para enfrentar el hecho de que el presidente
Chávez se está convirtiendo en un gran facilitador del tránsito de
cocaína a Europa y otras partes de este hemisferio”, dijo Walters en
una entrevista con Reuters durante una visita oficial a Colombia.
La hoja de coca que Chávez dice masticar no sólo está en la lista de
estupefacientes de máxima peligrosidad según la Convención de Viena de
1961, el ente regulador de las Naciones Unidas, sino que a la vez su
consumo y distribución están prohibidos internacionalmente fuera de
Bolivia y Perú, e incluso por la legislación venezolana.
“Por fin sabemos a qué se debe tanto disparate mental, tanta pifia
planetaria, tanta patinadera de chaveta: ¡es que el hombre desayuna
arepas rellenas con coca!”, dijo en un artículo sarcástico publicado
esta semana la columnista venezolana Charito Rojas.
Según el politólogo Aníbal Romero, académico de la Universidad
Metropolitana de Caracas, el episodio de la Asamblea Nacional “es una
anécdota, un síntoma más de que [el presidente Chávez] ha perdido por
completo el sentido de los límites.
“Muestra que Chávez es un hombre desbocado, out of control”, subrayó
Romero.
“Si afirmó que consume pasta de coca, está admitiendo que consume una
sustancia ilegal tanto en Bolivia como en Venezuela”, dijo Hernán
Maldonado, analista político boliviano radicado en Miami.
“Y además es una acusación a Evo Morales de ser narcotraficante”,
puntualizó.
De acuerdo con la Ley 1008 de Bolivia, la exportación de pasta de coca
es una actividad ilegal.
El presidente Morales ha sido durante largo tiempo el líder máximo de
los cultivadores de coca de la región del Chapare y es sabido que
mastica coca en público, incluso durante reuniones del gabinete, desde
que asumió el poder.
Bolivia limita la siembra de coca para fines legales a unas 20,000
hectáreas en un esfuerzo por controlar el desvío de hojas de coca para
la producción de cocaína.
Sin embargo, es probable que Chávez haya confundido la hoja de coca que
se mastica, de uso legítimo en Bolivia y Perú –aunque ilegal en
Venezuela–, con la pasta de coca, una sustancia comúnmente conocida
como basuco o pitillo en Sudamérica, que es altamente adictiva, dijo
Maldonado.
No es la primera vez que el mandatario venezolano enaltece las
propiedades de la hoja de coca. De hecho, durante una visita a una
cocina comunal en el oeste de Caracas a principios del 2006 junto al
presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, Chávez mencionó la idea de usar
los hornos comunales para cocinar pan con harina a base de hoja de coca,
utilizando incluso polvo de coca para hornear.
“Pudiéramos intentarlo aquí dentro de ese esfuerzo por, bueno, quitarle
la satanización a ese producto que nuestros indígenas desde hace siglos
están produciendo”, indicó Chávez.
A principios del 2007 Venezuela firmó un convenio para comprar 4,000
toneladas de hoja de coca a Bolivia como forma particular de combatir la
producción de cocaína y con el objeto de utilizar la materia prima para
fabricar productos medicinales y alimenticios a escala industrial.
Caracas realizó un primer desembolso de $500,000 pero el proyecto se
mantiene suspendido en buena medida por las implicaciones jurídicas
internacionales.
“Venezuela es signataria de la Convención de Viena de 1961, que regula
todo lo relacionado con estupefacientes, incluidos los arbustos de
coca”, dijo Mildred Camero, ex jueza venezolana y ex presidenta del
Consejo Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas.
“En la lista de estupefacientes figuran algunos que pudiesen ser
utilizados para fines científicos y médicos, pero la hoja de coca, que
tiene un alto porcentaje de alcaloide, fue prohibida”, precisó Camero
en una entrevista.
Estudios oficiales de las Naciones Unidas revelan que la hoja de coca
contiene un 0.7 por ciento de pureza del alcaloide. Sus efectos pueden
sentirse poco más de 10 minutos después de masticarse y se prolongan
hasta una hora y media, básicamente reduciendo la fatiga y aumentando la
sensación de energía.
Aunque la hoja de coca posee características nutritivas y medicinales,
“su componente principal es la cocaína” y puede resultar dañina si se
incorpora en la dieta diaria, explicó Nancy Siles, experta en bioquímica
del Colegio de Bioquímica y Farmacia de Bolivia, en un estudio reciente.
“La hoja de coca es una sustancia controlada porque se le considera la
materia prima para la droga que se conoce como cocaína en sus diversas
modalidades”, señaló Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro del Interior
de Bolivia crítico de Morales que reside en Miami.
Aunque según las leyes bolivianas suministrar hoja de coca al mandatario
venezolano es legal en territorio boliviano, Evo Morales debe
proporcionar los detalles específicos, afirmó Sánchez Berzaín.
“Si Chávez recibe la coca, el gobierno [boliviano] debería explicar cómo
le manda la coca, cuánto le manda, con qué frecuencia, el peso, en qué
tipo de envase, porque es una sustancia controlada y el gobierno tiene
la obligación de fiscalizarlo”, enfatizó el ex ministro.