Fuente: La Razón
17 de marzo de 2010
El presidente Evo Morales invitó hoy a los miembros de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU a visitar Bolivia para compartir la costumbre de masticar la hoja de coca y ser “más sanos y más inteligentes” para respetar la diversidad cultural en el mundo.
El mandatario habló del asunto en un discurso pronunciado en la localidad de Caranavi, en el trópico del departamento de La Paz, que es también una zona productora de coca y donde es habitual el mascado de esa planta, al igual que en otras zonas del país.
“Quiero decir (…) a los miembros de la JIFE que vengan a pijchear, acullicar (masticar coca) a Caranavi, en Bolivia, y cuando pijcheen y aculliquen serán mas sanos y más inteligentes y así respetarán y entenderán la diversidad social del mundo y respetarán nuestra identidad”, dijo el mandatario boliviano.
Morales reaccionó de esa forma después de que el embajador bolivin n la Organización de Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón, recordó el martes que en 2007 la JIFE pidió formalmente a Bolivia que “enseñe a su población a no masticar la hoja de coca”, lo cual en su momento fue considerado un “atentado” a la cultura boliviana.
Según Solón, la JIFE, con sede en Viena, tuvo una posición menos dura en 2009, si bien el Gobierno de Bolivia ha rechazado varias veces sus peticiones de prohibir el masticado de coca porque se trata de un hábito arraigado en una parte de su población.
La ONU penalizó en 1961 la hoja de coca, que también se cultiva en Perú y Colombia, al considerar que se trata de un estupefaciente por los alcaloides que tiene para la elaboración de la cocaína.
El Gobierno boliviano ha solicitado formalmente el año pasado a la ONU que elimine esa penalización y está confiado en que en enero próximo podrá festejar ese objetivo, si es que ninguno de los 192 países del organismo plantea objeciones a esa demanda.
El presidente Morales insistió hoy en que todos los que mastican coca en Bolivia saben que esta planta “es medicina y alimento” y aseguró que nunca dejará de defender los cultivos de la hoja.
Pese a ser presidente de su país, Morales no ha dejado de ejercer como máximo dirigente sindical de las seis federaciones de los productores de coca de la zona del Chapare, en el centro de Bolivia.
No obstante, también reconoció que existe un mercado ilegal para la coca con el propósito de ser usada para elaborar cocaína, por lo que pidió a campesinos de Caranavi “racionalizar” sus plantaciones.
Según un informe presentado a mediados de 2009 por Naciones Unidas con datos de 2008, en Bolivia existen 30.500 hectáreas del cultivo, si bien un reciente informe del Gobierno de EE.UU. eleva la superficie de cocales a 32.000.
Desde febrero pasado, cuando comenzó un programa de erradicación de coca concertado con los campesinos, las fuerzas militares destruyeron 674 hectáreas de esa planta, y se espera que a fin de año las erradicaciones deban superar las 5.000 para cumplir con la ley que establece límites a los cultivos.