Las aspersiones aéreas en contexto de guerra – sin saber sabiendo y sin querer queriendo
Un informe MamaCoca -Elaborado por María Mercedes Moreno
9 de mayo de 2015
La aspersión aérea es una medida por la cual se utilizan aviones para rociar agroquímicos desde el aire. Los colombianos conocemos esta medida como “fumigaciones”. En Colombia, el Estado utiliza la medida de aspersión aérea de mezclas de herbicidas con coadyuvantes que los potencian con la intención afirmada de erradicar/exterminar los cultivos de plantas declaradas ilícitas: cánnabis, coca y amapola dentro del contexto de la Guerra de la Droga. El único Estado que ha fumigado con este fin desde hace varias décadas es el colombiano.
La medida de fumigaciones en Colombia ha sido llevada a cabo de una manera tan opaca y a espaldas del país que, a pesar de su enorme incidencia en la salud, ambiente y potencial comercial de los colombianos, existe un desconocimiento general de cuándo, dónde, cómo y con qué se ha asperjado. Este trabajo busca establecer la memoria histórica de esta medida con la Colombia viene cargando y que ha sido convertida en política heredada de gobierno en gobierno desde hace 35 años sin saber sabiendo y sin querer queriendo.
Hoy sábado 9 de mayo del 2015, el Presidente Juan Manuel Santos acaba de ordenar la suspensión de las fumigaciones; lo que pone en toda una nueva perspectiva este informe que se presenta a continuación. El presidente, en artículo de El Espectador solicita al Consejo Nacional de Estupefacientes que “establezca con el Ministerio de Defensa y con todas las autoridades que están comprometidas, y que estamos comprometidos en la lucha contra el narcotráfico, un periodo de transición que no puede ir más allá del 1° de octubre”, para que se adopten nuevos mecanismos en la lucha contra los cultivos ilícitos como, por ejemplo, intensificar la erradicación manual.”
De tal forma, la siguiente información debe servir para tener un registro de lo vivido por Colombia; para la no repetición; y la búsqueda de alternativas consensuadas entre los colombianos con el apoyo de la Comunidad Internacional para desmantelar el narcotráfico y la criminalidad alrededor de las drogas y de los cultivos de coca, marihuana y amapola en apoyo de esta valiente y sabia decisión del Juan Manuel Santos, quien pasara a la historia como el Presidente que supo darle un giro a la problemática de las drogas.
Esperamos que este informe de citas y fuentes primarias aporte otros elementos de juicio al debate y deje constancia de cómo llegamos al enorme costo social, ecológico y sanitario pagado por Colombia en esta lucha contra los cultivos con usos ilícitos.
Que ahora la avalancha sea de propuestas voluntarias de erradicación y alternativas y que las demandas sean por que los recursos otrora invertidos en fumigaciones se destinen a proyectos de sustitución; recuperación ambiental; centros de salud; infraestructura y desarrollo social y alternativo.
Ginebra, sábado 9 de mayo 2015