Fuente: BBC Mundo, Buenos Aires
25 de agosto de 2009
Por Valeria Perasso
Por decisión de la Corte Suprema, la tenencia de marihuana para consumo personal ya no será penalizada en Argentina.
El máximo tribunal del país resolvió que la posesión de pequeñas cantidades de cannabis, que sean para uso individual y no representen riesgos para terceros, no tendrá carácter de delito.
Para fundamentar la decisión, los magistrados entendieron que este tipo de tenencia queda en la órbita de la intimidad del individuo, respaldada por el artículo 19 de la Constitución (“Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados”), y como tal no puede ser castigada.
Pero, además, la Corte reconoció el carácter de víctimas de quienes consumen sustancias ilícitas y abogó por atender su situación de salud en lugar de criminalizarlos.
“Aquellas consideraciones que fundan la criminalización del consumidor, en base a la posibilidad de que estos se transformen en autores o partícipes de una gama de delitos, parecen contradecir el estándar internacional”, señaló el documento en el que el Tribunal hizo pública su decisión.
El fallo, cuyo contenido se había anticipado en los últimos días, tiene sin embargo alcances limitados: únicamente se aplica a adultos que no atenten contra la salud pública o el bienestar de terceros, contempla sólo el consumo de marihuana pero no el de otras drogas, y es válido sólo para casos de tenencia mínima.
Nuevo enfoque
Según analistas consultados por BBC Mundo, el fallo propone un cambio de perspectiva para tratar el consumo de drogas en Argentina: de un “sistema represivo” hacia el consumidor a uno de “protección de daños”, que involucre al estado en la asistencia sanitaria de los adictos.
Asimismo, el Tribunal llamó abiertamente al gobierno a combatir a los narcotraficantes y sus redes de distribución, a los que el ministro de la Corte Carlos Fayt señaló como “los verdaderos enemigos”.
Según el Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas, Argentina ocupa el séptimo lugar en la lista de proveedores de drogas incautadas en Europa. En términos de consumo, es el segundo país de América del Sur en cuanto a cocaína, el segundo en el uso de “paco” o pasta base, y está “entre los primeros” por consumo de éxtasis.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que con la decisión se pone fin a la “política represiva” de la década de los 70. El funcionario dirige el Comité Científico del gobierno en materia de drogas, que ahora tendrá el camino llano para presentar anteproyectos de ley para modificar las políticas oficiales en materia de estupefacientes.
Desde la Iglesia, en cambio, se puso énfasis en atender a las razones que llevan a los jóvenes al consumo de drogas.
“Hay que dificultar el acceso y el consumo, no facilitarlo. Es un problema muy serio… no basta con una resolución de la Corte para revertir el problema”, declaró el obispo Jorge Lozano, a cargo de la Comisión Nacional para la Pastoral de Adicciones.
A tono con la región
La causa judicial que la Corte argentina usó para fundamentar el fallo es la de cinco jóvenes de la ciudad de Rosario, en el centro del país, quienes habían sido procesados por tener en su poder tres cigarrillos de marihuana y ahora fueron absueltos, aunque no corrieron igual suerte jurídica los vendedores encargados de proveérselos.
“El fallo argentino señala que hay una tendencia en la región. Es un auténtico cambio de paradigma que va hacia la ‘descriminalización’ que reemplaza al modelo punitivo que está en vigencia hoy”, dijo a BBC Mundo Martin Jelsma, coordinador del Programa de Drogas y Democracia del Transnational Institute (TNI).
Según el experto, la propuesta lleva al continente a alejarse de las políticas antidrogas propuestas por Estados Unidos y a contemplar el problema del consumo como una cuestión sanitaria, en línea con las obligaciones que impone el respeto a los Derechos Humanos.
El caso más reciente es el de México, donde el gobierno despenalizó hace algunos días la posesión de pequeñas cantidades de droga, incluyendo cocaína y heroína. Similar es la situación en Colombia, donde la tenencia de dosis menores es aceptada desde 1994.
En Uruguay, el uso individual de la marihuana tampoco está castigado, y son los jueces quienes establecen cuál es la cantidad que se asume para consumo (y no para venta) en cada caso, lo cual es destacado por los analistas como una medida de avanzada.
Ecuador, en tanto, presentará una ley el próximo mes, que propone otra alternativa novedosa: “no sólo despenalizaría el consumo, sino que bajaría las penas previstas para el ‘micro comercio’ de sustancias ilícitas”, señala Jelsma.