Ante la celebración del Día Mundial del SIDA, 1 de diciembre de 2011, La Federación de asociaciones de personas afectadas por las drogas y / o el VIH Sida, FAUDAS, emite este manifiesto manifestando nuestra postura ante la situación actual de los problemas sociales y sanitarios que comportan el VIH y el Sida.
Cuando se cumplen 30 años desde la aparición de los primeros casos de Sida, la federación de asociaciones de personas afectadas por las drogas y/o el VIH – Sida, FAUDAS hace suyo el lema de la ONU para este día mundial de lucha contra el Sida: “Llegar a cero. A cero nuevas infecciones, a cero nuevas muertes, a cero discriminación”.
Para alcanzar el objetivo de cero nuevas infecciones es imprescindible reforzar las campañas de prevención mediante la información, dirigidas especialmente a los colectivos más expuestos: hombres que tienen sexo con hombres, personas trabajadoras del sexo y usuarias de drogas, marginales, mujeres, mayores y jóvenes.
Reclamamos la regularización de la venta y del consumo de drogas para dar a los conflictos que estas generan soluciones racionales que superen el histórico fracaso de la “guerra contra las drogas”.
Demandamos más y mejores políticas de reducción de riesgos y de daños destinadas a promover el uso de material de inyección higiénica, la creación de más salas de venopunción y otras medidas de higiene. También las campañas para fomentar el sexo seguro mediante el empleo y uso correcto de los preservativos femeninos y masculinos y para que las personas que hayan tenido comportamientos de riesgo se hagan la prueba de VIH. Un tercio de las personas infectadas no lo saben, lo que asegura la extensión del virus. La educación para la salud, especialmente entre las personas jóvenes, sigue siendo imprescindible.
Estas estrategias no pueden sufrir los recortes que el Estado está aplicando a su gasto social. Hacerlo supone un paso atrás y la pérdida de muchos objetivos logrados en la lucha contra el Sida durante 30 años. Exigimos que las Administraciones públicas mantengan el gasto social, especialmente en estos momentos en los que la crisis económica provoca un aumento en el número de personas afectadas por la exclusión social y en riesgo. Las entidades sociales que prestan servicios subsidiariamente a las Administraciones, realizando un trabajo indispensable para mantener al menos los mínimos de un Estado de Bienestar, no pueden ser víctimas de los recortes en ayudas y del impago de cantidades adeudadas por estas Administraciones.
La prevención, evitando nuevas infecciones por VIH, será siempre más barata humana y económicamente que los tratamientos.
Para lograr cero muertes, el Estado debe fomentar y proteger la investigación que realizan organismos públicos, señaladamente las universidades y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sólo de este modo se evitará que las multinacionales farmacéuticas condicionen las líneas de investigación sobre nuevos tratamientos y sobre sus tiempos de salida al mercado, priorizando sus intereses sobre los de la población afectada.
En la investigación sobre el VIH se habrá de tener en cuenta la Perspectiva de Género atendiendo a que las mujeres están particularmente expuestas y son especialmente vulnerables frente al virus y a sus consecuencias físicas y sociales.
En nuestro país, el acceso a los tratamientos de última generación y a los cuidados médicos de calidad ha empezado a deteriorarse por los recortes que las Administraciones están aplicado en la sanidad pública. Exigimos el mantenimiento de las coberturas y de los estándares de calidad e innovación necesarios para avanzar en la lucha de la medicina contra el VIH y el Sida.
Para lograr cero discriminación es imprescindible ampliar los programas y los servicios que atienden a las personas con VIH o Sida excluidas o en riesgo. Hay que profundizar en la aplicación de la perspectiva de género desde un marco de equidad para determinar como la mujer es más vulnerable a diferentes y mayores riesgos de discriminación. Reclamamos políticas específicas dirigidas a las usuarias de drogas que tengan en cuenta su especial exposición frente al VIH. La violencia de género, en cuanto que viola los derechos humanos en la mujer y la sitúa en inferioridad social, debe atajarse por todos los medios. La mayor incidencia entre las mujeres de la pérdida de la vivienda por razones económicas debe ser combatida de una manera particular. Es necesaria la creación de casas de acogida específicas para mujeres maltratadas o con Sida.
Las asociaciones organizadas de las personas que viven con VIH y Sida deben participar activamente, ser tenidos en cuenta y disponer de los medios para decidir y dirigir respuestas frente a sus problemas de salud o de exclusión para garantizar que estas sean efectivas y duraderas y para que respeten sus derechos.