Comunicado de Prensa de Drug Peace Institute
Utrecht, el 15 de Noviembre, 2013.
Estimada lectora, estimado lector,
A medida que se acerca el plazo del 31 de enero de 2014 para la entrega de las nominaciones para el Premio Nobel de la Paz, el Drugs Peace Institute tiene el honor de señalar la candidatura para este premio del presidente de Uruguay, José Mujica Cordano.
Usted recordará que el Sr. Mujica envió en diciembre de 2012 un proyecto de ley para la legalización del cannabis al parlamento uruguayo. En junio del presente año este proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados y en la actualidad está siendo debatido en el Senado del país, donde se supone que debe adoptarse. El objetivo de la ley es de sustituir gradualmente con una política justa y eficaz de control de drogas a la fallida guerra contra las drogas y de reducir la concomitante violencia, corrupción, desorganización social y falta de respeto de los derechos humanos, fenómenos que aflijan a la sociedad uruguaya y en particular a su juventud.
Si cada vez es más claro que los derechos humanos deben ser el asunto clave en el control de las drogas, lamentablemente todavía no se entiende fuera de la comunidad de usuarios que el consumo de marihuana en sí debe ser protegida como un derecho humano, a la par de los derechos como la libertad de información y la libertad de religión. El documento adjunto “La Legalización de la Marihuana por Mujica como Herramienta de Paz y Entendimiento” examina el uso de la marihuana y otros productos inductores de éxtasis en los tiempos chamánicos y bíblicos y resalta su benéfico valor religioso y re-creacional hasta en la contemporánea sociedad de consumo.
Desde el año pasado las políticas de drogas en las Américas se desarrollan en una forma sin precedentes. En 2012 Bolivia dejó la Convención Única de 1961 a la que fue readmitido un año después con una reserva que admite los usos tradicionales de la coca. En noviembre de ese mismo año, los estados de Colorado y Washington legalizaron la marihuana, mientras el gobierno federal de los EE.UU. informo en agosto de 2013, que no desafiaría las leyes de estos estados. Al contrario de la reserva boliviana que únicamente se aplica a la masticación tradicional de la hoja de coca por su propia población y de la legalización de la marihuana en los EE.UU. que se limita formalmente a 2 estados, la propuesta de Mujica viene de un signatario de pleno derecho de la Convención de 1961 y pone en duda los supuestos básicos del régimen de fiscalización de drogas de la ONU. El establecimiento de fiscalización internacional de drogas está en shock, incapaz de comprender que el control de drogas debe adaptarse a las nuevas realidades. Por consiguiente, el gobierno de Mujica tiene que avanzar con mucha cautela. Más aún ahora cuando en Europa un surgimiento populista de la derecha presione gobiernos hasta hace poco moderados, como en la República Checa, Países Bajos y Portugal, a abandonar su política de tolerancia a favor de un anticuado enfoque de represión. Solamente la legalización puede ayudar a proteger contra estos peligrosos oportunismos.
Para honrar el gobierno del presidente José Mujica por su legalización de la planta de la marihuana en Uruguay, la que
Pondrá la producción y distribución de la planta en el circuito legal,
Permitirá la integración plena de los usuarios de la planta en la sociedad, y
Creara las condiciones necesarias para la comprensión de su uso adecuado en la sociedad contemporánea,
y que, más allá de las fronteras de Uruguay,
Inspirara a la sociedad civil en busca de las políticas de drogas alternativas,
Estimulara a los gobiernos del mundo entero a seguir el ejemplo de Uruguay, y
Pondrá un fin a la división ideológica causada por la guerra contra las drogas,
y para alentar al gobierno del señor Mujica a perseverar en sus esfuerzos por llevar las diferentes sustancias prohibidas bajo control de la sociedad,
es que el Drugs Peace Institute (DPI), PlantaTuPlanta (Colectivo de cultivadores Uruguayos) y la Coalición Latinoamericana de Activistas de Cannabis (CLAC), proponen la candidatura del
Sr. José Mujica Cordano para el Premio Nobel de la Paz 2014, e invitan a todos las/los calificadas/os para nominarlo y llaman a la comunidad internacional de consumidores de marihuana a ayudar para reclutarlas/os.
Cordialmente,
Frans Bronkhorst