Fuente: La Estrella
Enero 2011
El canciller boliviano, David Choquehuanca, pidió hoy el apoyo de Bélgica y Francia para despenalizar a nivel de la ONU el masticado de hojas de coca en los países andinos, al tiempo que defendió la “firme decisión” de Bolivia de combatir el narcotráfico.
“Bolivia no pide despenalizar la hoja de coca, sino el masticado de hoja de coca, una práctica tradicional cultural desde hace miles de años” en los países andinos, indicó Choquehuanca en una entrevista con Efe en Bruselas.
El canciller boliviano se reunió hoy con responsables del ministerio francés de Exteriores y con su homólogo belga, Steven Vanackere, dentro de una gira europea que ya le ha llevado a Madrid y que concluirá mañana en Londres, con el propósito de buscar apoyos para enmendar la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 de la ONU, que definió abolir el uso de la hoja de coca.
“No se le puede pedir a un país que deje de ejercer su cultura”, enfatizó, y aseguró que dicha convención “no se va a aplicar jamás en Bolivia”.
Choquehuanca manifestó que en su visita a Europa pretende explicar lo que significa esta costumbre para la cultura andina, así como proporcionar información para que los países que muestran más reticencias dejen de vincularla al narcotráfico.
“Bolivia tiene la firme decisión de luchar contra el narcotráfico”, garantizó, y señaló que, para ello, cuenta con el apoyo de países como Brasil o la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
A la vez, subrayó, trabaja en acuerdos bilaterales con otros estados de la región y de Europa o Asia, puesto que se trata de un “problema global”.
La práctica del masticado de coca, declarada “patrimonio cultural” y “factor de cohesión social” en el Estado boliviano en la Constitución promulgada en 2009, ayuda a combatir el mal de altura.
Choquehuanca recordó que en 2009 el presidente boliviano, Evo Morales, presentó ante la ONU un proyecto de enmienda del artículo 49 de la Convención de 1961 sobre la prohibición del masticado de la hoja de coca, que Bolivia comenzó a computar a partir de 1976, cuando ratificó el documento.
Así, transcurridos 18 meses desde la presentación de la petición boliviana, la despenalización de esta práctica podría salir adelante si ningún país presenta objeciones antes del próximo día 31.
El canciller destacó el apoyo mostrado por España a su iniciativa, y aseguró que la respuesta de las autoridades francesas ha sido positiva en tanto que Bélgica ha manifestado que analizará el caso.
No obstante, declaró que, por el momento, Estados Unidos es uno de los países que ha manifestado sus recelos, al igual que el Reino Unido, aunque se mostró optimista al aludir al caso de Colombia, reticente en un principio pero que finalmente otorgó su apoyo a la despenalización.
Señaló que si eventualmente se mantienen las objeciones, el Consejo Económico y Social de la ONU podría convocar una conferencia para debatir el asunto en profundidad.
“Sólo pedimos que se nos permita ejercer nuestra cultura: está en nuestra Constitución”, concluyó.