CARTA ABIERTA DE LA COALICIÓN INTERNACIONAL DE ONG
POR UNA POLÍTICA JUSTA Y EFICAZ SOBRE DROGAS (CIO)
A LA SEGUNDA CONFERENCIA DE LA UNIÓN EUROPEA SOBRE POLÍTICA DE DROGAS
BRUSELAS, 28/29 DE FEBRERO DE 2000
Señoras y caballeros,
El propósito de la Conferencia de la Unión Europea sobre Política de drogas es abrir un debate público sobre posibles vías para consolidar la cooperación entre las autoridades políticas y la sociedad civil en el ámbito de las políticas sobre drogas.
Las organizaciones firmantes, como representantes de millones de ciudadanos/as dentro y fuera de Europa, involucrados de una forma u otra en las actuales políticas de control de drogas, creemos que la falta de diálogo entre la sociedad civil y los políticos contribuye, en parte, al hecho de que muchas políticas sobre drogas hayan sido hasta el momento ineficaces, incluso contraproducentes. Así pues, deseamos participar en este debate con las siguientes consideraciones:
Creemos que el objetivo de las políticas de drogas debería ser establecer, y mantener, las condiciones que permitan que la salud física, mental y espiritual, el bienestar, el equilibrio y el enriquecimiento de individuos y de sociedades puedan prosperar. Aprobamos todas las políticas de drogas que apuntan a esta dirección y se proponen satisfacer este objetivo.
No hay droga, lícita o ílícita, que sea inocente, que no tenga repercusiones. Todas las drogas, dependiendo de su naturaleza, de quién las consume, de la manera en que se consumen, y de las condiciones (legal, financiera, cultural, sanitaria) bajo las cuales se utilizan pueden mejorar la situación del consumidor y su ámbito, o empeorarla. Todo profesional o político debe tener en cuenta estos cuatro aspectos en el momento de diseñar o evaluar políticas sobre drogas.
La sociedad civil y sus ONG representativas, tanto en los países en vías de desarrollo (mayormente productores) como en los desarrollados (mayormente consumidores), comparten muchos objetivos comunes con los políticos en la Unión Europea -concretamente en lo que se refiere a comunidades estables y sostenibles, reducción de la criminalidad, reducción de daños, lucha contra la corrupción y un mercado de drogas controlado y regulado-. La CIO busca generar un diálogo en el cual la sociedad civil pueda hacer propuestas a los políticos para tener mayor éxito en la obtención de estos propósitos.
Las drogas han acompañado a la humanidad y la civilización durante miles de años en todo el planeta. La absurda política sobre drogas que estamos viviendo hoy (guerra contra las drogas, tolerancia cero, estrategia para eliminar todas las plantas psicoactivas, negación sistemática de la eficacia de estrategias de reducción de daños en países como Australia, Suiza y Países Bajos) conduce al establecimiento de una cultura política global moralista, más perjudicial que las drogas que supuestamente controla.
Esta tendencia está basada en convenciones internacionales arcaicas, por una agencia de Naciones Unidas manipulada por el lobby prohibicionista, y por la hegemonía del gobierno de Estados Unidos, que pretende ser el único guardián moral y físico del mundo “libre” en este terreno.
Las políticas de control basadas en la prohibición se han revelado desastrosas. Así, en Estados Unidos, el 60% de los 2 millones de personas en prisión han infringido la ley anti-droga de una forma no violenta. En el Reino Unido la edad media de los consumidores de heroína es de 26 años y está bajando, mientras que en los Países Bajos es de 39 y está aumentando.
Europa, un lugar en el que tradicionalmente se han desarrollado valores humanitarios, debe comenzar a concebir una política diferente. En realidad, los europeos ya lo han hecho. En el ámbito local se han llevado a cabo, con éxito, muchos ensayos de políticas innovadoras sobre drogas y un creciente número de autoridades europeas se atreve a cuestionar la actual legislación sobre drogas. Se ha demostrado, por ejemplo, que la distribución controlada de heroína en Suiza es una manera segura y eficaz de mejorar la salud física y psicológica de los consumidores. Y en cuanto al impacto sobre la sociedad, las actividades criminales y las condenas han disminuído un 60%.
El fenómeno de las drogas abarca muchos ámbitos: económico, psicológico, legal, sanitario, relaciones Norte/Sur, derechos humanos, etc. Necesitamos analizar esos aspectos y encontrar el enfoque oportuno para cada uno de ellos. Dado que las políticas sobre drogas, incluyendo la de la Unión Europea y las de sus Estados miembros, consisten en un coctel de medidas que intentan afrontar aspectos tan diversos, sin entenderlos ni entender su impacto sobre la sociedad, el resultado se traduce en políticas contradictorias y contraproducentes en sí mismas.
Hoy, las consecuencias más duras de las actuales políticas sobre drogas las sufren los más marginados, los consumidores de drogas en el Norte -y cada vez más en el Sur- y los productores de plantas ilícitas en el Sur. Las políticas hacen poco o nada para reducir esta marginalización, solamente agravan el problema. Por consiguiente, hacen mayor daño al bienestar en general del que hacen las drogas mismas.
La política de drogas europea debe tener como objetivo el bienestar de la población, empezando por la de Europa, para seguir con la de los países en vías de desarrollo y de otros países desarrollados como EEUU. Podríamos dar muchos ejemplos de cómo esto es posible, pero para no extendernos concluimos ofreciendo una recomendación y un número de temas concretos para debatir.
Recomendación: Establecimiento de un diálogo formal con la sociedad civil
El tema de las drogas es extremadamente sensible, no siempre se puede confiar en la información oficial producida por fuentes gubernamentales. Los canales de información de que disponen las ONG (incluyendo productores y consumidores de drogas) tienen capacidad para proporcionar información desde el terreno sobre la eficacia de una política. Por lo tanto, proponemos establecer una relación más formal, equilibrada y continua entre las instituciones de la UE y la comunidad de ONG.
Ejemplos de temas que quisieramos discutir
Indicadores de eficacia Nos gustaría identificar indicadores apropiados para evaluar la eficacia de la aplicación de las políticas de interdicción y de las políticas alternativas, incluyendo un análisis de costes y beneficios.
Promoción del desarrollo sostenible. Nos proponemos alertar a la Unión Europea y sus Estados Miembros sobre su responsabilidad actual con respecto a la financiación de los planes coordinados por el PNUCID para eliminar en varios países tres plantas relacionadas con drogas naturales (el cannabis, la amapola de opio y el arbusto de la coca) antes del año 2008. Estas estrategias -que contienen un importante elemento de erradicación forzosa- violan todos los principios fundamentales de la cultura europea: derechos humanos, libertades individuales, paz social, respeto a culturas minoritarias y responsabilidad ecológica.
La Unión Europea debería condenar el uso de agentes químicos y biológicos contra el cultivo de plantas ilícitas, ya que éste pone en movimiento un círculo vicioso de relocalización, daños ambientales e intensificación de conflictos armados. Por el contrario, la UE debe comprometerse a apoyar solamente los esfuerzos que buscan soluciones duraderas, pacíficas y sostenibles al fenómeno de la producción de drogas. El éxito de estos esfuerzos depende en gran medida de la participación activa de los propios productores.
La reasignación de recursos para interdicción a iniciativas de reducción de daños.
Creemos que el control de calidad de las drogas, intercambio de jeringuillas, ampliación de los servicios de prescripción, lugares de inyección (como sucede actualmente en algunos países de la UE sin el permiso de las Naciones Unidas y, a menudo, sin el de las autoridades nacionales) ayudan a reducir cosiderablemente los riesgos del consumo de drogas ilícitas y a salvar vidas.
Alternativas a la prohibición. Quisieramos discutir con Vds. propuestas para establecer un marco legal regulatorio para la producción, comercialización y distribución de todas las drogas.
Les agradecemos su atención y esperamos sus respuestas.
En nombre de la Coalición Internacional de ONG para una Política de Drogas Justa y Eficaz (CIO). CIO está formada por 104 organizaciones procedentes de 26 países de Europa, Asia, África, América del Norte y del Sur.
Contacto en:
COMITÉ EUROPEO DE ONG SOBRE DROGAS Y DESARROLLO (ENCOD)