Fuente: EFE
26 de febrero, 2011
Barcelona, 26 feb (EFE).- La periodista mexicana Alma Guillermoprieto y el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince consideran que la “guerra contra las drogas” ha fracasado e instan a un cambio de discurso para que se plantee su legalización y termine un negocio criminal que ensangrienta a los países productores.
“Nunca se elimina el narcotráfico. Al contrario, cada intento por combatirlo lo expande”, ha manifestado Guillermoprieto en declaraciones a Efe en Barcelona.
La periodista, autora de “Desde el país de nunca jamás”, una selección de grandes reportajes escritos entre 1980 y 2010 para los medios estadounidenses como “The Washington Post”, ha participado, junto con Abad Faciolince, en un debate del ciclo “Drogas: ¿combate en punto muerto?”, organizado por Casa América Cataluña.
La mesa redonda ha contado también con la presencia de Araceli Manjón-Cabeza, ex directora general del Plan Nacional sobre Drogas de España, quien se ha pronunciado por “suavizar” la prohibición del consumo de drogas o encontrar un “sistema de legalización” ante el “fracaso absoluto” de las políticas represivas.
“Cuando cae un gran capo es porque hay una traición de otro grupo. Cortamos una cabeza con ayuda de otras y eso (el narcotráfico) sigue vivo. Es un negocio inmenso, pura y dura economía de mercado, que genera unos 400 mil millones de dólares al año”, ha señalado a Efe Abad Faciolince.
El escritor colombiano, autor de “El olvido que seremos”, comenta que “se fumigan cucarachas en Colombia, y llegan a un país cercano. Si se hace en Bolivia van a Perú; de Perú a Colombia; de Colombia a México”.
“En eso nos hemos pasado estos 25 años: cortando cabezas y fumigando cucarachas que cambian de un cartel a otro o de un país a otro”, subraya.
“Los gobiernos en general no abren foros a la discusión con personas bien informadas sino que discuten entre ellos puras políticas represivas”, indica.
Al igual que Alma Guillermoprieto, Abad Faciolince denuncia los miles de muertos en la llamada “guerra de las drogas” y aboga por “desdemonizar” la palabra mediante la información y la educación.
Si bien ninguno de ellos se declara muy optimista respecto a los avances, destacan, no obstante, que han aparecido propuestas para una estrategia distinta.
Así, el grupo formado por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ernesto Zedillo, de México, y César Gaviria, de Colombia, ha pedido una alternativa a la “guerra” y se ha declarado a favor de la despenalización.
Agregan que otras personalidades se han pronunciado en este sentido y que el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, se mostró receptivo, en un intercambio de correos electrónicos con ciudadanos, a la idea de “una nueva aproximación al combate al tráfico de drogas”.
“Dijo que al menos se podía discutir”, subraya Abad Faciolince, quien también afirma que el presidente de Colombia, José Manuel Santos, indicó estar “dispuesto a oír otros tipos de aproximaciones”.
En opinión de Guillermoprieto, se percibe asimismo este cambio en el discurso del presidente de México, Felipe Calderón.
Los dos intelectuales latinoamericanos son conscientes de que “un referéndum en ese momento en América Latina (sobre la legalización) perdería” porque, consideran, “la población no está bien informada”.
“La propaganda ha sido muy efectiva para convertir las drogas en sustancias diabólicas, con lo que antes de entrar en discusión uno tiene que vencer una serie de barreras”, dice la periodista quien, sin embargo, ve una esperanza en las iniciativas de municipios de EEUU para administrar la marihuana.
Por su parte, Abad Faciolince indica que “para reducir el consumo de cualquier sustancia, lo que sirve no es una campaña moral furiosa de abstinencia total sino de información”.
“Algo que es mas dañino, peligroso que las drogas, son las armas y se pueden producir legalmente, exportar legalmente, comprar con mucha facilidad, al menos en EEUU”, considera.
En su opinión, hay que plantearse “qué tan dañina es la marihuana; qué dicen los médicos”, aunque reconoce que “cuando uno defiende políticas de despenalización, lo que se pretende no es disminuir el número de consumidores”.
“El daño que se reduce es en términos de criminalidad, de guerra, de violencia”, añade.
Ambos intelectuales critican “la hipocresía” en torno a las drogas, en alusión a los países “ricos” en los que se sabe que se consumen pero donde es muy complicado entablar el debate sobre su legalización.
“Después de 40 años de guerra, todos los continentes del mundo están ahora con presencia no sólo de narcóticos sino de narcotraficantes”, considera Guillermoprieto.
Y añade: “Ahorita un porro viene coagulado de sangre y ayuda a financiar una industria de criminales”.