Fuente: AFP
2 de sept, 2011
Por Reynaldo Muñoz
LIMA — El zar antidrogas de Perú, Ricardo Soberón, está en el centro de una polémica al difundirse un mensaje suyo a cocaleros en que sostiene ser víctima de una campaña orquestada por “operadores” de la embajada de EEUU en Lima y en que denuncia corrupción en el organismo peruano de lucha antidrogas.
En la comunicación el funcionario, nombrado hace un mes como jefe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Droga (Devida), señala que en ese organismo “los niveles de corrupción administrativa, programática y personal en todos los estamentos, es profunda y enorme”.
El mensaje, divulgado este jueves por el diario El Comercio y la radio RPP, expone críticas de Soberón a la cooperación de Estados Unidos al afirmar que “la verdad es que el gran objetivo de la cooperación norteamericana no es acabar con el narcotráfico, pues la droga sale y la corrupción policial es absolutamente grave”.
En la comunicación Soberón subraya que hay una campaña “orquestada por los operadores de la embajada estadounidense” en su contra por su posición crítica sobre las políticas de drogas aplicadas en el pasado y el presente.
Sostiene además que las políticas de erradicación forzosa impulsadas por Washington han fracasado en los últimos años y se muestra favorable a realizar una “erradicación dialogada con los campesinos, no compulsiva y sostenible”.
En el mensaje el funcionario agrega que hay “desinterés del ministerio del Interior por instalar desde hace dos años las garitas móviles para detectar el tráfico de precursores químicos (en zonas cocaleras para elaborar cocaína)”.
Sobre el organismo que dirige, subraya que es “absolutamente dependiente” de la cooperación internacional, sobre todo norteamericana, y que ha encontrado que en las gestiones anteriores proyectos inexistentes, consultoría sobrevalorados y transferencias cuantiosas sin ninguna justificación.
Tras la difusión del mensaje a los cocaleros, un vocero de Devida dijo a la AFP que no habría ningún comentario sobre el tema.
El mensaje se conoce un día después de que la embajadora de EEUU, Rose Linkins, dijera que su país mantiene “conversaciones excelentes con el nuevo gobierno, que tiene una visión integral de cómo enfocar los esfuerzos” contra el narcotráfico.
Desde hace dos semanas opositores y un sector de la prensa atribuyen al jefe de Devida tener, en materia antidrogas, una línea contraria al gobierno de Ollanta Humala, quien asumió la presidencia el pasado 28 de julio.
Ante las críticas el primer ministro Salomón Lerner ratificó el miércoles a Soberón en el cargo afirmando que “él se ajusta a las políticas del gobierno” y que la estrategia general de combate el narcotráfico “coincide con la que Soberón va a emplear en adelante”.
Un informe de Naciones Unidas señaló en junio que el crecimiento de la producción de coca -base de la cocaína- llevó a Perú a las 61.200 hectáreas sembradas, frente a las 62.000 de Colombia, país líder mundial que sin embargo ha disminuido paulatinamente el área dedicada a ese cultivo.
A mediados de agosto el gobierno suspendió el programa de erradicación de coca -materia prima de la cocaína- con el fin de reevaluar la política antidrogas, lo que generó críticas que señalaban que esa medida provocaba el aumento de las plantaciones. Sin embargo, la erradicación se reanudó una semana después.
Jaime Antezana, analista en temas de narcotráfico, dijo al canal N que Soberón es “un tenaz opositor a cualquier forma de erradicación de coca” porque considera que se debe “minimizar al máximo” ese proceso.
“El enfoque de Soberón es desarrollo más interdicción, es decir control de insumos químicos y lucha contra el lavado de activos, y piensa que los cultivos hay que dejarlos sin control”, señaló.
Antezana anotó que el problema no está en Soberón sino en el gobierno, que tiene un “doble discurso” porque en la campaña electoral Humala prometió a los cocaleros que no habrá más erradicación en su gobierno, pero al asumir la presidencia el mandatario incorporó la reducción de cultivos ilícitos como parte de la estrategia del gobierno.