Fuente: El País
29 de febrero, 2012
N E. DELGADO/P. MELENDREZ
El gobierno plantea debatir la política de drogas a nivel mundial y regional, ya que considera fracasado el modelo de la prohibición. La JND es partidaria de despenalizar y regular algunos tipos de consumo de drogas.
Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ubica a Uruguay entre los tres países de América del Sur con mayor consumo de cocaína (1,4% en 2006).
Para el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada, oficina que depende de la Presidencia de la República, estos datos “no alarman, los proporcionó el gobierno e indican que estamos en el 1% de consumo anual de cocaína”, o sea que un relevamiento indicó que “el 1% de los consultados consumió cocaína al menos una vez en el año”.
Pero más allá de estos datos, Calzada planteó la posición de Uruguay en el ámbito internacional -que también es brevemente mencionada en el informe de la ONU- de debatir la política internacional y regional de fiscalización de drogas.
“Creemos que el tema de la política mundial y regional en materia de drogas necesita de un debate, más allá de cualquier conclusión a la que se pueda llegar. Es necesario ese debate, debe estar todo en él, y que se hable sobre evidencias, discutiendo datos contextualizados”, afirmó.
Calzada expresó que la política de drogas vinculada a la prohibición está llegando a los 100 años, que hace 40 años se declaró la llamada “guerra a las drogas” y “sus resultados han sido inversos a los buscados, ha crecido el consumo, ha crecido la producción, se ha complejizado la situación vinculada al crimen organizado y los daños colaterales han generado en algunos países cientos de muertos”.
Calzada recordó que esto llevó a que los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y César Gaviria (Colombia) y varios intelectuales plantearan “la necesidad de rediscutir ese tema, de ponerlo en debate”.
A ello sumó que desde el año 2011, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, mostró su disposición en el mismo sentido y el nuevo presidente de Guatemala, Otto Pérez, hizo lo propio días atrás.
REGULAR. Calzada se mostró favorable a “despenalizar cierto tipo de uso” de drogas, por ejemplo a través de la prescripción médica, “regular el mercado” y controlar la calidad de las sustancias, que señaló se puede concretar teniendo una autorización sanitaria que certifique el contenido de lo que se vende.
Como ejemplo de regular el mercado, Calzada mencionó los dos proyectos de ley sobre auto cultivo de marihuana, que sostuvo “introducen un elemento que contribuye a que personas puedan plantar y consumir”, pero que “no legalizan” esa droga, porque no habilita su venta a terceros y hay un control.
Como ejemplo de otra forma de regularización, Calzada nombró que en Perú un organismo impulsa y controla el uso de la hoja de coca para uso culinario como harina y té y que también hay producción de cocaína para uso médico. “Se puede regular el mercado de ciertas sustancias como la cocaína con un consumo solo bajo prescripción médica, como en Estados Unidos que hay prescripción médica de la marihuana”.
“Si ponemos el tema en debate, como es necesario, vamos a encontrar que la prohibición y la penalización no es la única alternativa. Pero no estamos planteando una propuesta acabada sino debatir sobre otras formas de abordaje del tema y que implican una regulación”, afirmó. Añadió que hay “enormes masas de dinero que se lavan en diferentes países y que terminan en los bancos más importantes de Estados Unidos y Europa”.
INFORME ONU. La prevalencia del uso indebido de cocaína en América del Sur es mayor que la media mundial, de acuerdo con un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
Los datos más recientes indican que, tras años de aumentos, el uso indebido de cocaína en la región ha empezado a estabilizarse, aunque a un nivel más alto.
Según el informe, los países que comunicaron las tasas más altas de prevalencia anual de uso indebido de cocaína en América del Sur fueron Argentina (2,6% en 2006), Chile (2,4% en 2008) y Uruguay (1,4% en 2006).
Según Calzada, es muy importante darle contexto a estos números, “no para quitarle relevancia”.
Dijo que el uso de cocaína se da en sociedades urbanas y con poder adquisitivo medio y medio alto y que, cuando se pone a toda la población mundial para establecer una media, eso incluye a China e India que tienen un enorme porcentaje de población campesina y no urbana, a diferencia de Europa, Uruguay o Argentina.
Por ello opinó que no es alarmante estar por encima de la media. En cambio, “si nos comparamos con la sociedad europea o la estadounidense, tenemos un patrón de consumo de cocaína tres veces menor”, debido a que son países que tienen una composición poblacional muy parecida.
“Hay que comparar con lo que es comparable, por ejemplo no somos comparables con la población de Bolivia o Paraguay, con fuerte componente de población indígena y campesina”, agregó Calzada.
Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay presentaron por primera vez un estudio conjunto que compara las relaciones entre drogas y delincuencia en el caso de los adolescentes que delinquen.
El informe presentado ante la ONU puso de relieve la prevalencia de dicho consumo durante la vida de los jóvenes que delinquen, que es considerablemente más alta que la de los jóvenes en general.