Fuente: [La Prensa
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Marzo 9 de 2008
El Mandatario envió una carta al secretario general Ki-moon
El presidente Evo Morales envió una carta al secretario general de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, en la que además
de calificar de parcializado al informe de la Junta Internacional de
Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que recomendó erradicar el
acullicu de coca, rechazó la certificación “y cualquier tipo de
imposiciones foráneas”.
Morales hizo pública ayer la misiva en la que pide a Ki-moon darle la
oportunidad de realizar una representación a nombre del Gobierno y pueblo
bolivianos, en defensa de la hoja de coca. “En el más amplio espíritu de
respeto a mi país y a los millones de bolivianos que rechazamos el tráfico
ilícito de drogas, pero reafirmamos nuestro derecho a hacer prevalecer
nuestros valores culturales, mediante el consumo tradicional de la hoja de
coca”.
Morales sostiene que “Bolivia no acepta certificaciones unilaterales, ni
imposiciones de gobiernos extranjeros, por lo que me permito expresar a
nombre de mi Gobierno mi más contundente rechazo al informe de la JIFE por
carecer de bases para emitir las recomendaciones”.
El martes 4 de marzo, la JIFE hizo conocer un documento en el que insta a
Perú y Bolivia a erradicar de sus tradiciones el mate de coca y el
“pijcheo” y critica la política del Gobierno de Morales hacia el arbusto.
Inmediatamente, los gobiernos de ambos países se pronunciaron para
rechazar la propuesta.
Los productores de la hoja también se manifestaron en contra de la
decisión, anunciaron medidas de presión ante la ONU, y amenazaron con
tomar la planta de Coca-Cola en El Alto, ya que esa bebida se elabora
sobre la base del arbusto. El lunes efectuarán una Jornada Nacional de
Acullicu, a la que esperan que asista Morales.
Los argumentos
En la carta, el Gobierno recuerda los convenios internacionales en los que
se respalda el libre accionar de los pueblos indígenas y el respeto a sus
tradiciones.
Menciona además la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas (2007) en la que se respalda a estas culturas, y
la reserva hecha por Bolivia cuando ratificó la Convención de Naciones
Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Sicotrópicas, en la que además de explicar el uso y beneficios de la coca,
se informa que algunas disposiciones de esta organización son inaplicables
en Bolivia, ya que gran parte de la población usa la hoja y no puede ser
calificada como criminal.
Morales dijo que esta decisión “atenta” contra los pueblos indígenas de la
región andina, contraviene la Declaración de los Derechos Humanos y la
resolución de la ONU de 1988, que reconoció el consumo tradicional de la
coca, e instó a esta junta a hacer las mismas recomendaciones para abolir
el consumo de tabaco y alcohol en el mundo.
En la carta, el Mandatario señala que los argumentos expresados en el
Informe de la Junta no sólo reflejan desconocimiento de los valores y
propiedades de la hoja de coca, “sino denotan una actitud colonial,
segregacionista y carente de fundamentos científicos de los integrantes de
la JIFE”.
Recuerda que, junto a la Unión Europea, el Gobierno está llevando adelante
el estudio integral de la hoja de coca que comprenderá una serie de
estudios cuali-cuantitativos sobre el consumo, venta y producción del
arbusto, y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja en un
programa que investiga las aplicaciones de esta hoja en males como la
osteoporosis, mal de altura, obesidad, trastornos gastrointestinales y
otros.
Morales indicó además que la próxima semana una delegación boliviana
integrada por los viceministros de Relaciones Exteriores, Hugo Fernández,
y de Defensa Social, Felipe Cáceres, además de representantes de los
productores de coca, viajará a Viena a defender el uso de la coca en una
reunión de la ONU.
Convenios internacionales citados
En la carta enviada al secretario general de las Naciones Unidas, Ban
Ki-moon, el presidente Evo Morales cita algunos acuerdos internacionales
que respaldan el uso de la coca.
Menciona a la Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, de 1988, que señala en su
artículo 14: “Las medidas que se adopten deberán respetar los derechos
humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos
tradicionales lícitos…”.
La Declaración de la ONU sobre los Derechos Indígenas, de 2007, en su
artículo 11 indica: “Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y
revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el
derecho a mantener sus lugares arqueológicos e históricos, utensilios,
diseños, ceremonias”. El artículo 24 señala: “Tienen derecho a sus propias
medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la
conservación de sus plantas, animales y minerales”. Y en el 31 establece:
“ Tienen derecho a mantener, controlar, proteger y desarrollar su
patrimonio cultural, sus conocimientos tradicionales, sus expresiones
culturales tradicionales, incluyendo los recursos humanos y genéticos, las
semillas, las medicinas”.
Asimismo, cuando Bolivia ratificó la Convención de 1988 hizo la siguiente
reserva: “Que la hoja de coca no es por sí misma un estupefaciente o
sustancia sicotrópica; que su uso y consumo no causan alteraciones físicas
o psíquicas; que tiene amplios usos medicinales amparados por la práctica
de la medicina tradicional defendida por la OMS y confirmada por la
ciencia; que puede ser usada con fines industriales y que su uso es
general en toda Bolivia”.