COMUNICADO DE EUSFAC( Federación de Asociaciones de Usuarios de Cannabis de Euskadi)
14 de diciembre de 2011
No queremos una Euskadi como Holanda, reclamamos políticas justas y eficaces, que respeten los derechos de las personas ciudadanas usuarias de cannabis.
Tras el anuncio por parte del Gobierno Vasco de su intención de regular legalmente algunas cuestiones relacionadas con el cultivo y consumo de cannabis, y ante el debate político y mediático que se ha generado, en el que constatamos una enorme confusión de conceptos y términos legales, EUSFAC quiere matizar a la opinión pública algunas de esas cuestiones.
Los llamados Clubes Sociales de Cannabis son asociaciones legalmente registradas cuyo funcionamiento se basa en la mencionada jurisprudencia del Supremo y en decenas de autos y sentencias favorables de otros tribunales de rango inferior. Por tanto, su existencia y funcionamiento , hoy por hoy, es legal, aunque no esté sujeta a una regulación particular. De hecho, en la CAPV y en el conjunto del estado español hay decenas, probablemente cientos, de entidades de este tipo funcionando con normalidad.
Ahora bien, ser legales no significa no tener problemas legales. El consumo personal no ha sido regulado nunca con claridad, de forma que en teoría es legal consumir pero no se sabe qué cantidad se puede poseer legalmente para cubrir ese consumo, ni cuántas plantas se pueden cultivar para el uso personal. Ello provoca una evidente inseguridad jurídica, con actuaciones policiales y judiciales desproporcionadas, a veces incluso contradictorias, lo que conlleva un gasto absurdo por parte de diversas administraciones públicas y graves daños a personas y asociaciones que, como se comprueba una y otra vez, no están cometiendo infracción alguna.
El consumo de cannabis, no es, ni ha sido nunca un delito en el estado español. El consumo en ámbitos privados es totalmente legal y no conlleva sanción alguna, mientras que en lugares públicos es una infracción administrativa que se castiga con multas. Tampoco se consideran delito la tenencia ni el cultivo destinados al propio uso, que tampoco se sancionan en ámbitos privados. A partir de ahí, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha establecido que tampoco es delito el llamado “consumo compartido”, es decir, el consumo a través de un grupo de personas consumidoras que se juntan cultivar conjuntamente en circuito cerrado.
El uso de cannabis es una realidad asentada y cada vez más aceptada en nuestra sociedad. En vez de dar la espalda a esa realidad, creemos que lo razonable es buscar una forma de regulación legal que evite las insuficiencias de la actual, garantizando los derechos de las personas usuarias, promoviendo el consumo responsable y dificultando realmente el acceso de los adolescentes a la sustancia.
Nuestras asociaciones trabajan en base a esos principios, además de ser entidades de carácter democrático, basadas en el cooperativismo, la autosuficiencia regulada, la transparencia y la fiscalización pública. Pagamos impuestos, generamos empleo, evitamos la derivación al mercado negro y nos encontramos dentro del marco de los tratados internacionales y la normativa europea.
El Gobierno Vasco no podría legalizar la venta de cannabis, algo que, a tenor de los convenios internacionales vigentes, tampoco podrían hacer ni el gobierno español ni la propia Unión Europea. Los tratados de la ONU obligan a perseguir la distribución de drogas con fines comerciales, de forma que la idea de convertir a Euskadi en una “pequeña Holanda” es inviable en la práctica.
En todo caso, queremos dejar claro que desde EUSFAC no defendemos el llamado modelo holandés ni nos parece deseable su implantación en el estado español. Se trata de un sistema incompleto e incoherente, donde se tolera la venta al público pero no se regula el cultivo. Ello provoca una total ausencia de control sobre el origen y la calidad del cannabis que se vende, lo cual ha facilitado que el circuito de producción esté en gran medida en manos de mafias, sin que se garanticen debidamente los derechos de las personas usuarias. Además, el carácter abierto e indiscriminado de la oferta y el carácter lucrativo de los coffee shops generan efectos distorsionadores como el llamado “turismo psicoactivo”.
Nuestra intención no es ni ha sido nunca promover ni fomentar el uso de cannabis, sino defender nuestros derechos, promoviendo para ello los cambios legales que sean precisos. Tampoco estamos por una legalización que suponga la creación de un circuito comercial abierto, similar al del tabaco o las bebidas alcohólicas, ya que entendemos que no es el más adecuado de cara a garantizar la calidad y reducir los riesgos asociados al consumo. Apostamos por el derecho al autocultivo y a la posibilidad de distribución en circuitos cerrados de carácter no comercial, algo perfectamente viable sin necesidad de modificar siquiera el Código Penal vigente.
Nuestro movimiento lleva más de quince años de trabajo constante y discreto en favor de una profunda reforma de las vigentes políticas de drogas basadas en la prohibición, cuyo fracaso es evidente. Para ello venimos haciendo propuestas concretas de regulación y manteniendo contactos con todos los grupos políticos y con diversas instituciones, como el propio Gobierno Vasco, el Ararteko, las fiscalías, o los parlamentos vasco, español y europeo, donde hemos expuesto nuestras reivindicaciones y propuestas con total humildad. No entendemos que en una sociedad democrática y plural aún haya quien se asuste y se niegue a debatir una cuestión de gran calado social y político.
Esperamos que este debate se encamine por la vía de un consenso lo más amplio posible y no se utilice como arma arrojadiza. Nuestras reivindicaciones no son patrimonio de ningún grupo político y, si bien somos conscientes de que existen problemas muy importantes que resolver en nuestra sociedad, ello no hace menos graves las vulneraciones de derechos que venimos sufriendo ni resta legitimidad a nuestras propuestas. Creemos que representamos a un sector social que merece ser escuchado y tomado en cuenta, reclamamos que se debatan nuestras propuestas en profundidad y en los ritmos adecuados, a la vez que mostramos nuestra total disposición para ayudar al Gobierno a que este debate sea concreto y fructífero.
EUSFAC( Federación de Asociaciones de Usuarios de Cannabis de Euskadi)