Comunicado de prensa de Encod
16 de marzo 2014
VIENA – La Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces ( ENCOD ) recuerda con sentimientos mixtos el Segmento de Alto Nivel de la 57a sesión de la Comisión de Estupefacientes (CND ), que concluyó el viernes, 14 de marzo. Si bien es innegable que los vientos de cambio están soplando a través del debate internacional sobre las políticas de drogas, sigue habiendo una distancia considerable entre palabras y acciones.
Durante la mañana del jueves 13 y viernes 14 de marzo, un grupo de socios de Encod de 11 países organizaron una obra de arte de teatro callejero en la entrada del edificio de la ONU. Vestidos en uniformes del siglo 18, presentaron a los delegados que llegaban a la ONU, esquejes de plantas de cannabis e información sobre las razones para poner fin a la guerra contra las drogas.
El teatro invocó el episodio de la Brigada de los Esnifadores de Café, un grupo de soldados discapacitados que debían cumplir la prohibición del café impuesta por el rey prusiano Federico el Grande en la segunda mitad del siglo 18. En primer lugar, los delegados reaccionaron con reserva, pero más tarde, muchos de ellos recibieron los volantes y pusieron los pulgares para arriba cuando pasaban. Este gesto, por supuesto, simbolizó el hecho de que los argumentos a favor de poner fin a la guerra contra las drogas están ganando mentes y corazones a través del mundo.
La otra parte del programa de acción de Encod en Viena, un centro de medios de comunicación independiente que cubría la reunión de la ONU, se realizó también con éxito. Más de una docena de entrevistas e informes fueron producidos con activistas y expertos de Europa, América del Sur y del Norte para analizar los acontecimientos dentro de la CND y los posibles efectos sobre el debate sobre políticas de drogas en los Estados miembros. Todos los informes están disponibles en el sitio web de Encod
La delegación de Encod dentro de la ONU, que incluyó al autor norteamericano Doug Fine, el productor de la hoja de coca (y ex viceministro de asuntos de coca) de Bolivia, Dionisio Nuñez y el presidente de Encod Janko Belin, fueron testigos de la habitual diversidad de opiniones procedentes de los Estados miembros y funcionarios de la ONU. Los delegados de varios países latinoamericanos insistieron en la necesidad de reconsiderar la interpretación tradicional de las tres convenciones sobre drogas de la ONU. Esto parecía presagiar que el gran avance que muchos estaban esperando después de la legalización del cannabis en Uruguay y algunos estados de Estados Unidos está, de hecho, en marcha.
Sin embargo, otros países (como Suecia, Japón y Rusia ) no dejaron dudas de que el ideal de la tolerancia cero sigue firmemente arraigada en el debate, y se necesitará tiempo para llegar a un consenso sobre una reforma significativa de las convenciones de la ONU. Ojalá no demasiado tiempo, por el bien de la seguridad pública y la reputación del sector banquero. Es significativo, sin embargo, que el director de la ONUDD, Yury Fedotov, destacó el papel que en el debate sobre las drogas juega la sociedad civil, a quien describió como “héroes”. También dijo que si el número de naciones que favorecen la paz de drogas llega a un “punto de saturación”, las convenciones internacionales seguirán.
Por lo tanto, en Encod sacamos esperanza del hecho de que, contrariamente a anteriores reuniones de la Comisión de Estupefacientes, en la actualidad existen países que condenan abiertamente la prohibición como respuesta básica a los problemas de drogas. Más que nunca, los funcionarios no sólamente gubernamentales sino de la ONUDD han entendido los señales. En lugar de insistir en la necesidad de crear “un mundo libre de drogas”, se refieren a la necesidad de proteger a las personas y las sociedades de los daños de las drogas y del narcotráfico. Seguimos insistiendo a los gobiernos a convertir estas palabras en acciones y constantemente dirigir su política hacia la regulación legal como la única manera de reducir daños y aumentar la seguridad pública.
Esperamos un cambio importante en la reunión de la UNODC en Nueva York en 2016. Las leyes sobre las drogas son el problema. Modificarlas es la solución.
Si el director de la ONUDD es capaz de convertir su palabra en acción aún está por verse. La presencia de Encod en la CND se vió negativamente afectada por la anulación de la acreditación para la reunión del coordinador de Encod, Joep Oomen. El jueves, Oomen, activista respetado, se había negado a someterse a un cacheo humillante cuando entró en el edificio, por la curiosa razón que él había organizado el teatro de calle mencionado arriba.
Cuando solicitó ser informado del protocolo sobre el que se basó este cacheo, el personal de seguridad de la ONU actuó agresivamente, echando las pertenencias del señor Oomen a la calle y empujándolo hacia la salida. Luego llegaron unos quince oficiales de seguridad, entre ellos cuatro supervisores. Después de una larga discusión, Oomen recibió el mensaje de “ir a disfrutar del sol de Viena hoy, y volver mañana.” Sin embargo, en la siguiente mañana, un guardia de seguridad le dijo que su acreditación había sido revocada por la secretaría de la ONUDD sin ninguna otra explicación. Con el Sr. Oomen afuera, el discurso de Encod en la reunión de mesa redonda el viernes fue dictado por el Sr. Fine.
El artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la ONU en 1948 , establece lo siguiente:
“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.”
Si la ONU no es capaz de proteger a este artículo, entonces ¿quién lo hará ?*
Al final, sin embargo, la innegable conclusión de la 57 sesión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU es que el progreso hacia la irrevocable paz internacional de drogas es tan inevitable como lo es dentro de los Estados miembros. Y por ello estamos agradecidos, porque el fin de la guerra mundial de las drogas significa un mundo más seguro y más sano.
*El lunes 17 de marzo, Oomen fue readmitido en el edificio, y recibió disculpas de varios funcionarios de la ONU.