El derecho internacional de control de drogas, el proceso de evaluación
Por: Ricardo Soberón Garrido
La Revista Política Internacional
Academia Diplomática del Perú
No.92 Abril/ Junio 2008
Introducción
El régimen internacional de control de drogas esta cerca de cumplir un siglo de existencia (1908/2008), en los intentos de la humanidad por controlar, restringir y eventualmente desaparecer el uso y la producción de sustancias con capacidades psico activas. ¿Lo ha logrado?
Las cifras más optimistas provenientes de la UNODC, dicen que el problema se ha contenido, pero la realidad muestra que no es así: al dilema tradicional de las drogas de origen natural (cocaína, marihuana, heroína), hoy se acumula una amplia gama de drogas sintéticas (ice, metanfetamina éxtasis, las denominadas drogas de diseño);
Por otro lado, el fenómeno del denominado narcotráfico se asocia con mayor regularidad a problemas como el terrorismo (sea verdad o impulsada prejuiciosamente por determinadas políticas de alcance global), el blanqueo de dinero relacionado al funcionamiento del sistema bancario; el problema de la migración ilegal y la trata de personas asociadas al fenómeno de la “democratización” y libre participación de sectores cada vez más populares y vulnerables de la población en el tráfico al menudeo. Con este sombrío panorama, surge la pregunta ¿qué posibilidades reales tienen los países de producir cambios de rumbo que hagan al sistema más efectivo?
El objetivo de este artículo, a la luz de la experiencia obtenida en los últimos cinco años, es levantar algunas líneas que cual Hoja de Ruta, pudieran ayudar a posicionar a los países mayormente comprometidos con el problema, con énfasis en la posición de América Latina, América del Sur y los países andinos.
El Régimen Internacional de Drogas
En 1908, se reunió la Conferencia de Shangai para analizar el problema del opio, fundamentalmente potencias europeas con intereses en el Su este asiático. El 23 de Enero de 1912, un grupo de países impulsados por potencias emergentes como EE.UU establecieron el primer tratado denominado Convención Internacional contra el Opio, dando inicio a un régimen internacional en el que ha participado la Sociedad de Naciones (Ginebra, 1925, 1931 y 1936), hasta que dejó de existir y fue heredado por la Organización de Naciones Unidas.
En la actualidad este régimen cuenta fundamentalmente con un cuerpo de tres tratados internacionales principales:
i) Convención Unica de Estupefacientes, Nueva York, 30 de marzo de 1961; Protocolo de 1972
ii) Convención Sustancias Psicotrópicas, 1971
iii) Convención Internacional de Lucha contra el Tráfico Internacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas de 1988.
Los tratados internacionales de control de drogas y lucha contra el narcotráfico[3] <#_ftn3>, han sido suscritos, aprobados y ratificados aproximadamente por mas de 190 países, lo cual constituye, después del régimen de Protección a los Derechos Humanos, en el sistema con mayor grado de legitimidad y representación en la escala global.
Contienen todas las disposiciones aplicables para la lucha global contra el narcotráfico: en el campo de los cultivos de coca, amapola y marihuana, la *Convención Unica de 1961*, por ejemplo, contiene las disposiciones necesarias para su fiscalización, control y posterior eliminación; establece el sistema de cuatro Listas de sustancias (art.2 y 3 de la Convención de 1961); establece también el sistema de control a cargo de una entidad estatal (art.23 y 26 de la Convención de 1961); también contiene disposiciones para que los Estados le encarguen al sistema penal, para luchar contra el cultivo, la producción, fabricación, extracción, preparación, etc (18 verbos rectores). Establece por último, la obligación de terminar con el uso de coca en los próximos 25 años (art. 49.e de la Convención de 1961). Este último objetivo tuvo que ser dejado de lado, pues cuando se adoptó la Convención de 1988, el artículo 14 reconoce los usos tradicionales lícitos, donde exista evidencia histórica. Para efectos de este trabajo, no vamos a analizar el segundo de los tratados, sobre sustancias psicotrópicas (que dispone también de un sistema de cuatro Listas de sustancias), por no caer específicamente dentro de la realidad de los países andinos.
Por último, la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas constituye el último tratado global sobre drogas y se encarga de disponer medidas penales (el artículo 3 dispone hasta de 53 modalidades, sub tipos de comisión del delito de tráfico de drogas), policiales (decomiso, entrega vigilada, agente encubierto) y judiciales (competencia, extradición, asistencia judicial, remisión de actuados penales), mas precisas que las contenidas en los anteriores dos tratados internacionales, como lo señala el artículo 25: “/Las disposiciones de la presente Convención serán sin perjuicio de los derechos y obligaciones que incumben a las Partes en la presente Convención en virtud de la Convención de 1961, de la Convención de 1961 en su forma enmendada y del Convenio de 1971”./
Por otro lado, durante la década de los 80 y los 90 se desarrollaron diversos eventos de carácter político y jurídico que reforzaron la idea de la Guerra global contra el narcotráfico impulsada y auspiciada desde las políticas provenientes de Washington: en 1990, se realizó la Cumbre de Cartagena entre los países andinos y EE:UU; en 1992, se continuó con la Cumbre de San Antonio; en 1996, la Estrategia Hemisférica de la OEA/CICAD contra las drogas. En el año 2000, se inició el denominado Plan Colombia que duró hasta el año 2005, aunque algunos mencionan que básicamente ha continuado los años siguientes.
Recientemente, debemos incorporar otros tratados internacionales de carácter global que deben ser incluidos en el elenco legislativo existente para abordar la criminalidad asociada al narcotráfico, como la Convención contra la Corrupción y la Convención contra el Crimen Organizado.
La institucionalidad internacional fundamentalmente está en manos de la ONU: la Asamblea General que reúne a todos los miembros, el ECOSOC entidad específica encargada de los asuntos económicos y sociales; debajo de éste, *la Comisión de Estupefacientes* formada en 1946, se constituye en el principal espacio legislativo del ECOSOC en materia de drogas, dedicado específicamente a la elaboración de resoluciones relacionados a estos temas; analiza la situación, provee de seguimiento y adopta medidas específicas.
Luego tenemos tres organismos técnicos administrativos: *la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, JIFE*, (13 miembros independientes), vigila el funcionamiento del sistema de previsiones que disponen los países para el uso médico y científico de las sustancias sometidas a control (art.19 de la Convención 1961).
Asimismo, se encarga de vigilar el cumplimiento de las disposiciones de los tratados de control de drogas. Para ello, emite de forma anual los Informes de la JIFE. También tenemos a la Organización Mundial de la Salud, entidad que tiene un rol eminentemente técnico, aunque el límite con lo político no es claro, define que sustancias pueden y deben estar en el sistema de Listas, a través de las reuniones de su Comisión de Expertos en Fármaco Dependencia.
Finalmente, tenemos a la UNODC –United Nations Office on Drugs and Crime, con sede en Viena y oficinas en diversos países- como instancia ejecutora de las resoluciones, programas y proyectos que se aprueban en la Comisión de Estupefacientes. Su Director Ejecutivo es Antonio Maria Costa. Esta agencia proporciona asistencia técnica, produce reportes globales como el World Drug Report, reportes nacionales ejecuta programas sobre aplicación de la ley, desarrollo alternativo, abuso de drogas, precursores químicos, entre otros.
Por ejemplo, para el bienio 2006/2007, esta oficina tuvo un presupuesto de US$ 283 millones, de los que US$ 150 millones son contribuciones voluntarias, de las que el 63% provienen de los EE.UU[4] <#_ftn4> lo cual nos indica una idea del escaso margen de acción que tiene respecto de los donantes.
El Proceso UNGASS
En el mundo de las drogas ilícitas y las políticas que se han elaborado en el intento de terminar con el narcotráfico, arrastran cinco grandes dilemas/tensiones que muchas veces se hacen visibles en las relaciones entre Estados: (i) Prohibición/Legalización; (ii) Soberanía/Trasnacional; (iii) Salud Pública/Seguridad Nacional; (iv) Libre Comercio/Proteccionismo; (v) Democracia/Dictadura. En los últimos 18 años (1989/2007), hemos sido testigos de una Guerra contra las Drogas que han puesto en evidencia estas tensiones, que a su vez han mostrado los fracasos, contradicciones, simbolismos, bajo los que se mueve esta Guerra global contra las Drogas”.
Cada década la comunidad internacional da nuevos pasos en el fortalecimiento del régimen internacional: entre los años 60 y los 80 se establecieron los tratados; en 1987 se celebró una Conferencia Internacional sobre el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. en los años 90 se planteó un proceso de establecimiento de metas muy concretas a partir de la convocatoria a una Asamblea General Extraordinaria que se llevó a cabo en Nueva York, en la 20 Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU (8 y 10 de junio de 1998), con la participación de todos los miembros de la ONU.
De estas deliberaciones se desprendió una *Declaración Política[5] <#_ftn5>* y dos *Planes Mundiales de Acción[6] <#_ftn6> *que permitieron establecer metas muy concretas en cuanto a la Reducción de la Oferta y la Reducción de la Demanda.
Sobre los cultivos el punto 4 del Plan de Acción refiere:
Los Estados en donde existen cultivos ilícitos deben desarrollar estrategias nacionales para la reducción y eliminación de los cultivos ilícitos, incluyendo medidas concretas, metas y objetivos, tomando en consideración planes maestros nacionales existentes, de control de drogas. Las estrategias nacionales de reducción y eliminación de cultivos, deben incluir medidas complementarias tales como programas de desarrollo alternativo, aplicación de la ley y erradicación de cultivos./
Es decir, durante la siguiente década, (1998/2008), la comunidad internacional tuvo objetivos muy precisos que debían ser cumplidos, en el marco de los principios generales del Derecho Internacional y en particular el principio de la responsabilidad compartida, que para entonces se había convertido en una piedra angular de la lucha común contra el narcotráfico. El período comprendido entre 1991 y el año 2000, fue declarado la Década de las Naciones Unidas contra el Uso Indebido de Drogas.
Entre los contenidos más importantes de la Declaración Política debemos reseñar el párrafo 18:
/18. Reafirman la necesidad de una aproximación comprehensiva para la eliminación de los cultivos ilícitos en línea con el Plan de Acción sobre Cooperación Internacional sobre Erradicación de Cultivos Ilícitos y Desarrollo Alternativo ,adoptado en la presente sesión, reafirma la especial importancia d ela cooperación en el desarrollo alternativo, incluyendo una mejor integración de los sectores más vulnerables envueltos en los mercados de drogas ilícitas, en actividades económicas legales y viables, enfatizando la necesidad de programas de erradicación y medidas de aplicación de la ley para enfrentar los cultivos ilícitos, la producción, manufactura y tráfico, poniendo especial atención en la protección del medio ambiente y en esta consideración, apoya con decisión el trabajo del programa de Naciones Unidas para el Control Internacional de las Drogas, en el campo del desarrollo alternativo”.
Sin embargo, el proceso no avanzo de manera seria y crítica. La mayor parte de los mecanismos establecidos, han sido adoptados con intención de mantener el statu quo y las posibilidades de cambios fundamentales sea en los tratados, en los organismos especializados y sus funciones, en las previsiones presupuestarias, para terminar en los Programas y proyectos, son muy limitados. En el camino algunos países –varios europeos y algunos sudamericanos como Brasil, Argentina, Uruguay- han podido adoptar valientes políticas públicas de índole local que han permitido ser más selectivos, restrictivos, proporcionados, al momento de abordar el complejo problema de las drogas. En varios de ellos se han adoptado políticas de Reducción de Daños que no se han limitado a la salud pública.
Los Resultados
¿Que resultados tenemos en el terreno del Area bajo cultivo de Coca?
En 1998[7] <#_ftn7>, había 190,800 has de coca cultivada en los Andes, distribuidos de la siguiente manera: Colombia (101,800 hás), Perú (51,000 has) y Bolivia (38,000). En el año 2007[8] <#_ftn8>, hubo 181,600 hás bajo cultivo en los Andes, distribuidos de la siguiente manera: Colombia (99,000 hás), Perú (53,700 hás) y Bolivia (28,900 hás).
Es decir, una década después de los esfuerzos realizados en materia de erradicación manual, forzosa, de fumigación aérea, control biológico, tenemos resultados objetivos. En diez años, se ha conseguido una reducción objetiva del 4.2% del área sometida al cultivo de la coca.
¿Qué resultados tenemos en el área de la producción de Hojas de Coca seca?
En 1998, se produjeron 314,400 toneladas métricas de coca, distribuidos de la siguiente manera: Colombia (165,900 tm), Perú (95,600 tm) y Bolivia (52,900 tm). En el 2007, se produjeron 298,200 toneladas métricas de coca, distribuidos de la siguiente manera: Colombia (154,000 tm), Perú (107,800tm) y Bolivia (36,400 tm).
Es decir, hubo una reducción del 5.1% en la cantidad de Hoja de Coca producida en los países productores.
¿Qué pasó con las Acciones de Erradicación?
Si analizamos el ejercicio de las erradicación de cultivos de coca, bajo cualquiera de sus modalidades, observaremos que en 1998, los países andinos erradicaron 88,609 has de coca, distribuidos de la siguiente manera: Bolivia (11,620 has), Colombia (3,126 has manual y 66,029 fumigadas por vía aérea) y Perú (7,834 has). En el 2007, se erradicaron en la región andina 238,280 has de coca, distribuidas de la siguiente manera. Bolivia (6,269 has), Colombia (66,805 has de forma manual y 153,134 has por vía aérea) y Perú (12,072 hás)
Es decir, en esta década hubo un aumento del* 168.9% *en materia de plantaciones de hoja de coca erradicada en los Andes. Sin embargo,
¿Cómo evaluamos/cuantificamos los enormes costos ambientales, sociales, económicos provocados por las acciones de erradicación?
¿Cómo cuantificamos los costos políticos producidos por acciones de erradicación que han alimentado discursos violentistas de las FARC o de SL en las regiones productoras contra el Estado?
Como dice Mondragón[9] <#_ftn9>:* “*/El campesino cocalero es la víctima de la farsa de la suma restando. El
sufre la pobreza, la persecución y las fumigaciones. El es desplazado forzadamente, no solamente mediante la violencia directa sino mediante
las fumigaciones. Deja abiertas las fincas para que el latifundio las
devore y otra vez se va, a seguir tumbando selva, como lo ha hecho
durante la historia de Colombia, con o sin guerrillas, con o sin
paramilitares, pero cada vez con más latifundio/”.
¿Qué resultado tenemos en el área de Clorhidrato de Cocaína producido en los Andes?
En 1998, se produjeron potencialmente 825 toneladas métricas de cocaína distribuidos de la siguiente manera: Colombia (435 tm), Perú 240 tm) y Bolivia (150 tm). En el 2007, se produjeron potencialmente 994 toneladas métricas de cocaína, distribuidos de la siguiente manera: Colombia (600 tm), Perú (290 tm) y Bolivia (104 tm).
La única razón que explica que a pesar de los esfuerzos y gastos realizados para reducir el área cultivada y la hoja producida se obtenga mayor cantidad de cocaína que hace diez años, es el incremento de la tecnología agrícola –por parte de las organizaciones de traficantes- para extraer mayor cantidad de sulfato y clorhidrato ante un menor espacio y cantidad de coca producida.
¿Qué pasó en materia de incautaciones?
En el año de 1998 se incautaron el 29% de las 825 toneladas de cocaína producida, es decir 239 toneladas de cocaína capturadas. El resto, llegó a destino (586 tm). En el 2007, se incautó el 42% de la cocaína producida (994 tm), es decir 417 toneladas métricas de cocaína. El resto, llegó a destino (577 tm). Es decir, pese a los esfuerzos realizados, los resultados puntuales alcanzados en reducción del área cultivada y de hoja de coca obtenida, en los devastadores resultados obtenidos en materia de coca erradicada*, _ en 10 años de acción, la cocaína disponible es similar: 586 a 577 toneladas al año._*
El 50 y 51 Periodo de Sesiones
La Comisión de Estupefacientes se reúne dos veces al año en la ciudad de Viena, aunque de forma regular sus periodos de sesiones ocurren en la segunda semana de los meses de marzo de cada año, por el tiempo de cinco días. Se reúnen normalmente los delegados de los 53 países miembros, además de instituciones y delegaciones diplomáticas interesadas en participar.
En el 2007, se reunió y asistí por primera vez al proceso de sesiones. Se divide en dos, una plenaria donde se reúnen los delegados y el Comité of the Whole (denominado COW) que es donde se presentan los proyectos de resoluciones que luego son objeto de intenso debate entre los delegados antes de pasar a la Plenaria.
En el 51 período de sesiones del 2008, el Director Ejecutivo presentó su informe donde analiza las respuestas de Estados miembros y luego pasa revisión a temas específicos como son la reducción de la demanda, el desarrollo alternativo, la cooperación judicial, las drogas sintéticas, los precursores y el lavado de dinero. Lamentablemente, el debate temático que debía dar inicio al proceso de revisión y evaluación no se dio el tiempo para hacerlo de manera profunda e integral; primaron visiones genéricas y lugares comunes.
En este período, la sociedad civil tuvo la oportunidad de presentar su voz por primera vez en la historia de este órgano de la ONU; a diferencia del sistema de Derechos Humanos, que tiene una larga trayectoria de participación de los organismos no gubernamentales con estatus consultivo.
Para lograr su objetivo, se desarrolló un interesante proceso de consultas y cuestionarios entre los miembros de las ONGs agrupados en función a su origen geográfico. El proceso se denominó */Beyond 2008/* y culminó con la Conferencia realizada en Viena en julio del 2008.
La Experiencia de los Dialogos Informales
Se conoce que la problemática de las drogas y su tratamiento constituye un tema de enorme complejidad, no exento de prejuicios y dificultades para abordar los problemas. A partir de la experiencia europea de haber convocado a diversos Diálogos Informales en el contexto europeo, dos instituciones, el Trasnational Institute de Holanda (TNI) y Washington Office for Latinamerica (WOLA), decidimos convocar un proceso de Diálogos Informales relacionados a este proceso de evaluación y reflexión. Para ello se busco congregar a funcionarios, oficiales, académicos, expertos de países y entidades internacionales, que en un ambiente cerrado y con el compromiso de no difundir los allí tratado (denominadas /Chatham rules/), permitió un nivel de confianza importantes.
El primero fue en la Hostería El Lago, Montevideo (10, 11 y 12 de Septiembre del 2007), y contó con el auspicio de la Junta Nacional de Drogas de ese país; el segundo, se llevó a cabo en la ciudad de México en el mes de noviembre del 2007 y fue auspiciado por la cancillería de ese país. Por tratarse de un nuevo gobierno, el del Presidente Vicente Calderón, el evento fue marcado por la cuestión de la seguridad relacionada a la amenaza que representa la criminalidad organizada mexicana.
El Tercer Dialogo Informal, contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y de RREE del Ecuador y se llevó a cabo el 21/23 de febrero del 2008 en la Hacienda La Carriona cerca de Quito; en esta reunión se presentó un documento que sirvió de base para lo que después fue una interesante propuesta uruguaya.
La delegación uruguaya presentó en el período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes en marzo del 2008, una propuesta de resolución que fue negociada con otros países upara que las normas de control de drogas estuvieran siempre subordinadas a los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos. Las justificaciones eran varias. La experiencia indica que en su cumplimiento las normas de lucha antidrogas suelen contradecir las obligaciones de DD.HH[10] <#_ftn10>. Basten algunos ejemplos: la administración de justicia penal en casos de narcotráfico y el cumplimiento de las garantías del debido proceso suelen ser violentadas por legislaciones de emergencia[11] <#_ftn11>; la crítica situación carcelaria en América Latina y su relación con el Control de Drogas; el no respeto del os usos tradicionales de plantas (el tema de la Hoja de Coca en Bolivia y en Perú); los impactos en DD.HH de los esfuerzos de interdicción, erradicación compulsiva de cultivos ilícitos, como lo acredita el impasse entre Ecuador y Colombia por las acciones de fumigación aérea en zonas de frontera que han llevado a la interposición de una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, en el marco del deterioro de las relaciones bilaterales (marzo 2008).
El cuarto Dialogo Informal, contó con el apoyo de la Cancillería boliviana y se llevó a cabo en el mes de septiembre del 2008, en Cochabamba. Como era de suponerse, el tema de la revalorización de la Hoja de Coca y su consiguiente desclasificación de la Lista Uno de sustancias fiscalizadas, es un tema de interés nacional. Desde 1995 fecha en la que la JIFE respondió a Perú y Bolivia, los países andinos no habían hecho mucho. Desde que llegó al poder, el presidente Evo Morales lo anunció pero las acciones realizadas no fueron lo consistentes que ameritaba la situación; desde nuestro punto de vista, hicimos dos recomendaciones: (i) la preparación científica del Expediente de solicitud de retiro de desclasificación y (ii) la preparación de los escenarios diplomáticos.
En el mes de febrero del 2006 fuimos invitados por la cancillería de ese país para intercambiar opiniones sobre los pasos que había que seguir, tomando en consideración el proceso de 1949/1952 que llevó a las Naciones Unidas a decidir la condena contra el arbusto de la Hoja de Coca porque ocasionaba adicción y toxicomanía[12] <#_ftn12>. La Convención de 1961 establece un procedimiento para la solicitud de retiro que establece que debe ser puesta en conocimiento de todos los miembros de la Comisión de Estupefacientes y recabar la opinión de la OMS y la JIFE. Es lo que denominamos la elaboración del Expediente que incorpore toda la información botánica, química, forestal, ecológica, social, económica, médica, antropológica a favor del arbusto.
En la reunión de La Paz, planteamos la necesidad de preparar una estrategia diplomática que contemplara hasta seis escenarios: el Perú, la CAN, UNASUR y Grupo de Río, la OEA, EE.UU, la Unión Europea y finalmente, la ONU. Hay países proclives a ver el tema de sde la perspectiva de DD.HH, pueblos indígenas; otros porque tienen visiones distintas sobre la forma de abordar el problema de las drogas (Europa) Aunque un poco tarde, el gobierno de ese país ha emprendido el largo camino que debe recorrer para la solicitud formal de conformidad con los tratados internacionales
El quinto Dialogo Informal, deberá llevarse a cabo en la ciudad de Río de Janeiro, auspiciado por el Ministerio de Salud de Brasil. Como esta se llevará a cabo días antes del 53 periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes, constituye la última oportunidad que se tiene para poder afinar los conceptos, las estrategia para que los países latinoamericanos puedan establecer una posición común respecto lo que se ha hecho en la última década.
La Experiencia durante el 2008.
Los acontecimientos del 2008, han estado marcados por el desarrollo del 52 periodo de sesiones, la elaboración y presentación de diversos documentos oficiales provenientes del propio sistema, la confección de reportes y consultorías solicitados por diversos grupos, países. En el campo oficial, se decidió realizar un proceso de Alto Nivel (11 y 12 de marzo del 2009) anterior al 52 periodo de sesiones (16 al 19 de marzo del 2009), que pretende culminar con una Declaración Política.
Mientras que en el período de la preparación de UNGASS 1998 el rol que jugó el GRULAC y América Latina fue muy importante para equilibrar las negociaciones, en esta oportunidad, debemos señalar con mucho pesar que el rol de América Latina no ha sido protagónico. Por el contrario los países que anteriormente tuvieron mucho protagonismo (México, Brasil), hoy en día están en posiciones que promueven las visiones estrictamente militaristas, o en el caso de Brasil, con poca pro actividad respecto del tema.
Por ello, la Comisión de Estupefacientes decidió nombrar cinco Grupos de Trabajo de expertos intergubernamentales, que se reunieron a lo largo del verano europeo entre junio y octubre del 2008[13] <#_ftn13>, para plantear los puntos de interés. Lamentablemente más que reuniones de expertos en salud, desarrollo, seguridad, aplicación de la ley, participaron los delegados de las misiones acreditadas en Viena lo cual recortó las posibilidades de evaluar los problemas y hacer cambios de rumbo sustantivos.
Finalmente, el 6 de octubre del 2008 conocimos un documento de 30 páginas elaborado por la Presidenta de la Comisión de Estupefacientes, la Sra Selma Ashipala de Namibia, que constituye un Borrador sobre las que deben definirse la Declaración Política que será puesto en consideración de mandatarios, jefes de gobierno participantes. El documento está dividido en seis grandes temas:
i) consumo de drogas, prevención, tratamiento, cuidado y rehabilitación;
ii) Reducción oferta ilícita de drogas;
iii) Control Precursores y estimulantes de tipo anfetamínico Cooperación internacional en materia de erradicación de cultivos y desarrollo alternativo;
iv) Lucha contra blanqueo de dinero;
v) Cooperación judicial.
Entre el mes de noviembre (3/4 y 25/25) y diciembre (10/12), se llevaran a cabo la última fase de la rueda de negociaciones intergubernamentales a partir del Borrador mencionado, en la que lamentablemente solamente participarán los delegados acreditados en Viena, lo cual restringe la posibilidad de un verdadero debate, o de cambios profundos en e texto de Declaración Política que se concluya.
Principales Retos
A continuación deseo expresar algunos de las principales propuestas que debieron haber sido incluidas en un debate global sobre el tema de las Drogas, una década después de la última gran Cumbre sobre este tema.
CONTENCIÓN. Se debe producir un sincero reconocimiento del hecho de que los objetivos de ‘reducción significativa’ establecidos en la UNGASS de 1998 no se han alcanzado, y que actualmente tampoco se está logrando una contención del mercado mundial ilícito de estupefacientes fiscalizados.
ENFOQUE EQUILIBRADO. La declaración política y sus anexos deberían aceptar claramente que la reducción de la oferta y la reducción de la demanda deben recibir la misma atención, y deben reforzarse e integrarse entre s
CONSECUENCIAS INDESEADAS. La declaración política debería reconocer –como lo hace el informe de la ONUDD ‘/Fit for Purpose/’– que la aplicación del sistema global de fiscalización de estupefacientes tiene importantes consecuencias indeseadas, como el poder de la delincuencia organizada y la estigmatización de cientos de millones de consumidores de drogas.
REDUCCIÓN DEL DAÑO. Este punto debería contar con un claro apoyo como parte del conjunto de medidas aceptadas para reducir la demanda. La declaración política debería incluir específicamente la definición de reducción del daño integrada en la estrategia de prevención de ONUSIDA, y apuntar la importancia de las actividades contra la estigmatización para lograr una prevención eficaz del VIH/SIDA.
DERECHOS HUMANOS. La declaración política debería incluir términos contundentes y claros sobre la necesidad de que todas las actividades de control de drogas respeten las obligaciones contraídas por los Estados en materia de derechos humanos, con referencia a la Carta de la ONU e, idealmente, referencias específicas a la pena de muerte, la proporcionalidad en la aplicación de la ley, el acceso a servicios sanitarios y las normas de tratamiento en los pasajes relevantes del texto.
ENCARCELAMIENTO. Hay numerosas pruebas en todo el mundo de que el encarcelamiento generalizado de personas por posesión de drogas no es una medida eficaz para impedir su consumo y reducir su prevalencia, coloca una carga significativa sobre los fondos públicos y aumenta los riesgos sanitarios y la exclusión social. La declaración política debe reconocer estos hechos e instar a los Estados miembro a encontrar estrategias alternativas.
SOCIEDAD CIVIL. Se deberían hacer constar compromisos concretos para mejorar la participación de la sociedad civil en el trabajo de la ONUDD, la JIFE y la CND, y para garantizar que la definición de sociedad civil incluye a grupos que representan a consumidores y cultivadores.
RECOPILACIÓN DE DATOS. Se debería recoger un serio compromiso para mejorar el sistema de recopilación de datos y análisis, incluida una referencia específica a la intención de revisar el sistema de los cuestionarios para los informes anuales y bienales, así como un compromiso de respetar unas normas de objetividad en el análisis del Informe Mundial sobre las Drogas. También se necesita una clara articulación de los objetivos del sistema, y el calendario para la próxima revisión de sus avances.
ERRADICACIÓN/DESARROLLO ALTERNATIVO. El texto debería dejar claro que la erradicación forzosa no es un enfoque eficaz, y que, en el futuro, el acento se debería situar en enfoques basados en el desarrollo y en la ‘secuenciación’ correcta de actividades en los países de origen.
BIBLIOGRAFIA
· Documentos oficiales del 50 y 51 período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes, Viena, 2007 y 2008.
· “Hablan los Diablos. Amazonía, Coca y Narcotráfico en el Perú, TNI, Programa Democracia y Transformación Global, julio 2007
· Informes de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), 2004, 2005, 2006 ,2007, www.incb.org
· Revista Perú Indígena
· SOBERON Ricardo, “El Sistema Internacional de Control de Drogas y el Sistema Internacional de Protección a los Derechos Humanos” Tesis para optar el Grado, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima, 1994
· SOBERON Ricardo, “Situación del Narcotráfico en el Perú, las Políticas Antidrogas y la Geopolítica Regional” Documento Número 23, Fundación Friederich Ebert, octubre 2008.
· TNI Briefing Papers
· TNI Drugs and Democracy Programma 10 Years.
· World Drug Report, www.unodc.org
· WOLA Drug War Monitor
[1] <#_ftnref1> United Nations General Assembly Special Session.
[2] <#_ftnref2> Abogado peruano, M.A. en Política Internacional en la Universidad de Bradford; investigador en el Transnational Institute de Holanda (TNI), profesor universitario en la UPC
[3] <#_ftnref3> Perú: Control y Fiscalización de Estupefacientes y Lucha contra el Narcotráfico. Normas Internacionales y Nacionales, Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de las Drogas, CEPEI y Ministerio de Relaciones Exteriores, Noviembre 1992.
[4] <#_ftnref4> United Nations Office on Drugs and Crime, Annual Report 2007, covering activities in 2006.
[5] <#_ftnref5> A/Res/S-20/2 del 21 de Octubre de 1998
[6] <#_ftnref6> El relacionado a la Cooperación Internacional para la Erradicación de Cultivos Ilícitos y el Desarrollo Alternativo, así como otro relacionado a las anfetaminas.
[7] <#_ftnref7> Los resultados correspondientes al año de 1998 los extrajimos del World Drug Report, UNODC, 2006, Volume One, page 81.
[8] <#_ftnref8> Los resultados correspondientes al 2007, los extrajimos del World Drug Report, UNODC, 2008, page 67.
[9] <#_ftnref9> MONDRAGON Héctor, “Fumigación de Cultivos de Coca: Restando se Suma”, Ecoportal, 3 de Agosto del 2008
[10] <#_ftnref10>SOBERON Ricardo, “El Sistema Internacional de Control de Drogas y el Sistema Internacional de Protección a los Derechos Humanos” Tesis para optar el Grado, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima, 1994
[11] <#_ftnref11> Caso del Decreto 30 en Colombia, la Ley 1008 de Bolivia, la Ley 108 de Ecuador y el Decreto Ley 22095 del Perú. Ver “Drogas y Control Penal en los Andes” Comisión Andina de Juristas, 1993.
[12] <#_ftnref12> Revista Perú Indígena, Instituto Indigenista Peruano, Diciembre de 1962.
[13] <#_ftnref13> Resolución 51/4