En junio de 2010 fue lanzado el “Plan C” con el objetivo de hacer posible la importación legal de los derivados tradicionales de la hoja de coca en Europa.
Ver los informes de avance del mes de agosto->article2592], septiembre y octubre, y [el informe de la misión a Bolivia
La segunda fase del Plan C – organización de un encuentro internacional en el Parlamento Europeo – debido a varios factores está sufriendo retrasos. Contamos con que este encuentro podrá ser organizado en la segunda mitad del año.
También hubo cierta confusión con respecto a la posición del gobierno boliviano y el debate sobre la solicitud de enmendar la Convención de 1961 en el sentido de levantar la obligación a los países productores de prohibir el consumo tradicional. Han habido 18 países que han presentado una objeción a esta solicitud.
A fines de marzo pasado, durante la reunión anual de la Comisión de Estupefacientes en Viena supimos que el próximo paso en este debate será tomada por el Comité Económico y Social de la ONU de Nueva York, en junio. Resulta improbable que haya una solución inmediata para el dilema.
Nuestra conclusión es la siguiente.
A pesar de haber tanto el interés y la capacidad entre productores, empresarios, expertos y parlamentarios en Bolivia de iniciar una sólida campaña (inter-)nacional explícitamente dirigida a fomentar el mercado de la hoja de coca y sus derivados naturales, entre otros como estrategia alternativa de lucha contra la producción y el tráfico ilícito de la cocaína, el gobierno boliviano hasta ahora no ha podido aprovechar este potencial. El gobierno opta por mantener la estrategia convencional de luchar contra las drogas, a pesar de que ésta se ve seriamente afectada por la corrupción.
En enero de 2011, 18 países, entre los cuales 10 Estados Miembros de la Unión Europea, presentaron una objeción contra la propuesta de Bolivia de enmendar la Convención Única de Estupefacientes, en el sentido de eliminar la obligación a los países productores de la hoja de coca de prohibir el consumo de esta. En ningún momento estos países presentan un argumento en contra de la hoja de coca como tal, sino que expresan su deseo de mantener la integridad de la Convención Única. Es decir, en realidad prefieren que esta Convención sea violada a que sea modificada o discutida.
En abril de 2011 los representantes de la Comunidad indígena de Nasa en Colombia obtuvieron a través de un juicio que se detenga una campaña de la Dirección Nacional de Estupefacientes en la que se apela a la hoja de coca con el mensaje de ’No cultives la mata que mata’. La Corte Suprema ha establecido en su fallo que el manejo de la pauta publicitaria es inadecuado “por cuanto desconoce la diferencia que existe entre la hoja de coca y el clorhidrato de cocaína, o entre la posibilidad de usar la planta para fines ilegales y su concepción dentro de la comunidad indígena como una planta sagrada”.
Los países occidentales, en los que el uso de la cocaína ha nacido y se ha extendido, se refieren a la peligrosidad de esta sustancia como razón para prohibir la hoja de coca, elemento fundamental de una cultura ancestral. En realidad, esta prohibición sirve únicamente a las empresas farmacéuticas y la Coca Cola, que tienen el monopolio actual sobre el uso legal de la hoja de coca. Los indígenas de la comunidad Nasa han probado que no es legítimo culparle a la hoja de coca los males atribuidos a la cocaína.
En la actual situación geopolítica, los gobiernos andinos, incluyendo al boliviano, no pueden protagonizar una campaña concreta para desafiar la prohibición de la hoja de coca. Por lo tanto se necesitan iniciativas de la sociedad civil. Los ciudadanos occidentales consumidores de la hoja de coca podemos crear opciones legales para que los productores de la hoja de coca puedan vender hojas para que sirvan para el consumo tradicional y así evitar que sean utilizadas para otros fines que solamente estigmatizan a esta tradición.
Por ello, estaremos preparando el establecimiento de una nueva asociación, la Asociación Europea de Consumidores de la Hoja de Coca.
El objetivo de esta asociación será fomentar el comercio justo en Europa de hoja de coca orgánica cultivada en Bolivia.
Para ello se organizará la asociación con persona jurídica en Bélgica, de la que todos los ciudadanos residentes en los países europeos puedan hacerse socio.
La asociación se ocupará de reunir las demandas de los socios de la asociación, basadas en su consumo personal de por ejemplo max. 100 gramos por mes, y les hará llegar las demandas a los productores de hoja de coca orgánica en Bolivia a fines de que éstos últimos puedan hacerles llegar esta cantidad a base mensual, por un envío de correo recomendado a su dirección personal.
Más noticias seguirán pronto.
No hesite de contactarnos para más información, o enviar este mensaje a otros que pueden estar interesados en apoyar al Plan C.
Muchas gracias por su apoyo,
Beatriz Negrety y Joep Oomen
FORMULARIO DE PARTICIPACION EN EL PLAN C
Llena este formulario y mándalo a [coca2009@encod.org
>coca2009@encod.org]
SI, QUIERO PARTICIPAR EN EL PLAN C
Deposito (min.) 50 euros en la cuenta de ENCOD:
Cuenta: 001- 3470861-83 Att. ENCOD vzw – Bélgica
IBAN: BE 14 0013 4708 6183
SWIFT: GEBABEBB
Importante mencionar: apoyo al PLAN C
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