A los miembros del Grupo Horizontal de Drogas de la UE
A los miembros de la Comisión de Libertades Civiles, Interior y Justicia del Parlamento Europeo
REF: COMENTARIO DE ENCOD AL PLAN DE ACCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA EN MATERIA DE LUCHA CONTRA LA DROGA 2009-2012
Amberes, 15 de diciembre de 2008
Estimados señoras y señores:
Por la presente les mandamos la comunicación de la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces (ENCOD) sobre el nuevo Plan de Acción de la UE en materia de drogas para 2009 – 2012, propuesto por la Comisión Europea para su aprobación por los Estados Miembros y el Parlamento Europeo.
Esperando su respuesta y saludándoles muy atentamente,
A nombre de ENCOD, (red pan-europea de más de 150 organizaciones y ciudadanos individuales involucrados en el fenómeno de las drogas)
André Fürst, Suiza
Jan Ludewig, Alemania
Virginia Montañes, España
Joep Oomen, Bélgica
Freek Polak, Holanda
Alessandra Viazzi, Italia
(miembros del Comité Ejecutivo)
INTRODUCCION
Proponemos a los gobiernos de la Unión Europea que adopten un plan de acción en materia de drogas que proteja a la salud y la seguridad de la sociedad europea en lugar de empeorarlas. Los ciudadanos y ciudadanas de Europa necesitamos estrategias que contribuyan a un ambiente más seguro en torno al fenómeno de las drogas, que hagan posible un uso más racional de los gastos públicos, que respeten a los derechos humanos, tomen en cuenta las implicaciones para poblaciones vulnerables y especialmente mujeres, y que no pongan en riesgo la subsistencia de productores campesinos en países en vías de desarrollo.
En breve una política de drogas que aporta beneficios a la sociedad en lugar de daños.
Este nuevo plan de acción debería incluir las siguientes prioridades:
1. INFORMACIÓN, INVESTIGACIÓN Y EVALUACIÓN
Fomentar la investigación y ampliar la base de conocimientos sobre las formas en las que los consumidores de drogas pueden intervenir directamente para reducir riesgos y daños relacionados con su propio consumo.
Investigar y evaluar las estrategias, programas e intervenciones innovadoras en materia de política de drogas, incluídos los tratamientos alternativos como la distribución controlada de sustancias.
Fomentar la participación de las organizaciones de personas usuarias de drogas en el diseño y desarrollo de las investigaciones
Tener presente la perspectiva de género en las investigaciones y evaluaciones.
Garantizar el análisis objetivo de los datos que se obtienen como resultado de las investigaciones, sin manipulaciones políticas.
Promover workshops internacionales que fomenten el flujo de información e intercambio de experiencias entre los distintos grupos de personas afectadas por las drogas, según su complejidad y la de la sustancia.
Investigar los vínculos entre la industria de las drogas legales (alcohol, empresas farmacéuticas, tabaco, etc.) y las instituciones de la salud.
2. COORDINACION
Facilitar la descentralización de las políticas de drogas en los niveles local y nacional, y coordinar el trabajo conjunto entre países y regiones fronterizas para evitar eventuales desajustes.
Defender ante la ONU la soberanía de cada Estado para establecer formas de regulación del mercado de las drogas que sean social y culturalmente aceptables para las poblaciones locales involucradas.
Permitir un margen más amplio a las autoridades locales para experimentar con estrategias alternativas e intervenciones innovadoras (que puedan incluir pasos hacia la regulación de ciertas sustancias), de las que otros puedan extraer aprendizajes útiles en su búsqueda hacia políticas más justas y eficaces, que estén basadas en el respeto a los derechos humanos y la protección de la salud.
Incrementar y fortalecer la participación de la sociedad civil en el diseño de las políticas de drogas.
Ampliar la membresía del Foro de la Sociedad Civil sobre Drogas a todas las organizaciones que soliciten participar en el mismo.
Formalizar el carácter de las conclusiones de este foro como una consulta directa de la sociedad civil a los Estados Miembros, sin interferencia innecesaria de la Comisión Europea en la formulación de conclusiones y recomendaciones de este foro.
3. REDUCCIÓN DE LA OFERTA.
Racionalizar la oferta de drogas y reducir al máximo la criminalidad asociada al mercado negro con medidas eficaces.
Facilitar, analizar y evaluar el establecimiento de circuitos legales para controlar el mercado de las drogas con el fin de reducir la presencia del mercado ilegal.
4. REDUCCIÓN DE LA DEMANDA.
Reducir los problemas asociados a un consumo de drogas realizado en un contexto de ilegalidad; mejorar, innovar y apoyar las estrategias para responsabilizar a consumidores y distribuidores (entre otros mediante iniciativas como el análisis de sustancias ilegales).
Facilitar y fomentar la creación de grupos de auto apoyo de personas consumidoras, para desarrollar métodos de intervención más eficaces enfocados a la reducción de riesgos y daños asociados al uso de sustancias.
Fomentar el desarrollo de grupos de autoayuda formados por pares de iguales (padres, jóvenes, personas consumidoras, etc.) y apoyar las contribuciones de este tipo de grupos.
Limitar la intervención institucional exclusivamente al uso problemático entendido como aquel que la propia persona consumidora considera como tal, y limitarla a medidas no-represivas.
Fomentar y respetar el cumplimiento de códigos éticos para la publicidad y promoción de drogas lícitas o ilícitas.
Dar atención específica a los grupos vulnerables, como madres consumidoras, especialmente a los menores de edad en situación de alto riesgo; aplicar políticas de prevención dirigidas a la creación de “barrios preventivos”, orientados a la disminución de la marginalidad y la exclusión social en la que viven estos grupos vulnerables.
5. COOPERACIÓN INTERNACIONAL.
Respetar la soberanía de los países terceros y su autonomía para formular políticas de drogas propias. El principio de la política europea debe ser la protección a la salud, el respeto a los derechos humanos y la prevención de conflictos.
Fomentar las propuestas de las comunidades productoras en países en vías de desarrollo sobre la creación de canales de comercialización de los productos derivados de las plantas que han sido prohibidas por las convenciones de la ONU, tales como la hoja de coca en Sudamérica, el cannabis en Marruecos y el opio en Afganistán.
Fomentar el intercambio de experiencias de buenas prácticas entre los países de la Unión Europea y países terceros, basado en el respeto a la soberanía de los países y evitando la imposición de modelos cuya ineficacia haya sido demostrada.
El 17 de diciembre de 2008, recibimos la siguiente respuesta de la Comisión Europea.