BOLETIN DE ENCOD SOBRE LAS POLÍTICAS DE DROGAS EN EUROPA
Marzo de 2015
Legalización Hágalo usted mismo
Cuando los políticos no cumplen con su responsabilidad de resolver un problema significante para la sociedad, los ciudadanos debemos actuar para mostrarles el camino. Cuando nos enfrentamos a las mentiras y los crímenes que se cometen en nombre de la lucha contra las drogas, no bastan las palabras. Si queremos que este absurdo experimento en ingeniería social llamado prohibición de las drogas desaparezca, mejor nos pongamos las pilas.
Los problemas más importantes relacionados con las drogas son causadas por la represión despiadada de los eslabones más débiles de la cadena de las drogas en todo el mundo: campesinos, pequeños traficantes y la mayoría de los consumidores de drogas son criminalizados y marginados, victimizados por operaciones policiales y militares, encerrados en cárceles y los llamados centros de tratamiento. Un “mundo libre de drogas” sigue siendo el dogma principal de una operación global que fue inventado y dirigido por los Estados Unidos y Europa Occidental.
El devastador impacto de esta política en las vidas de millones de personas y las sociedades en su conjunto ha inspirado a muchos a participar activamente en el movimiento para obtener el fin de la guerra contra las drogas. Han creado organizaciones, participado en manifestaciones y comenzado a desafiar el pensamiento convencional sobre el fenómeno de las drogas.
A principios de los años 90 las asociaciones de consumidores de drogas y los trabajadores de salud progresistas inventaron la ‘reducción de daños’ como término para cubrir un conjunto de medidas basadas en la aceptación del uso de drogas en lugar de su eliminación.
En los años siguientes, organismos gubernamentales y multilaterales, así como agencias privadas se hicieron cargo del papel de estas asociaciones y ‘profesionalizaron’ los esfuerzos, lo que sin duda ha ayudado a mejorar la situación de aquellos que fueron capaces de beneficiarse directamente. Sin embargo, hoy en día, poco queda de las intenciones originales.
La reducción de daños se ha convertido en el equivalente de la política de drogas al acto de llevar un plato y cubiertas limpias para las personas que mueren de hambre en África y luego despedirse diciendo “lo sentimos, esto es todo lo que podemos hacer por usted”. Los “profesionales” han logrado castrar la estrategia original, eliminando la esencia de su mensaje. Lenta- pero seguramente, la reducción de daños se ha convertido en un ingrediente estándar del juego de herramientas de la guerra contra las drogas, junto con otras herramientas que son útiles cuando los estados y los criminales protegen sus propios intereses mútuamente, pero perjudican a los de la población mundial.
¿Dónde está la reducción de daños para los campesinos colombianos cuyos terrenos son fumigados con herbicidas químicos fabricados por Monsanto, que no sólo matan a sus cultivos, pero también deforman a sus hijos y producen cáncer? ¿Dónde está la reducción de los daños para los miles de jóvenes mexicanos que son sacrificados en un enfrentamiento sin fin entre ejércitos que luchan por el control de una mina de oro? O, en un contexto ligeramente diferente, cómo se reduce el daño para los consumidores de cannabis en los Países Bajos, donde el gobierno se niega cualquier experimento con la legalización del cultivo de cannabis y cerrará las growshops desde el 1 de marzo?
Hace diez años, una segunda ola de reforma de las políticas de drogas dirigida por ciudadanos comenzó a fluir sobre Europa. Primero en España, luego en Bélgica y Eslovenia, las asociaciones de consumidores de cannabis comenzaron a crecer y distribuir cannabis para el consumo personal de sus socios, en un circuito cerrado y transparente, sin fines de lucro. Nacieron los Clubes Sociales de Cannabis, desafiando abiertamente la prohibición del cannabis. Los primeros CSCs fueron capaces de convencer a las autoridades de que permitir el cultivo de cannabis para el consumo personal es una manera segura para regular el mercado de cannabis. Sin embargo, una vez que se les permitió operar, los financiadores privados intervinieron con diferentes perspectivas. En la actualidad se estima que hay 1.000 Clubes Sociales de Cannabis en España, de los cuales alrededor del 10% se considera que operan de acuerdo con el código original de conducta.
Algunas autoridades regionales y locales en el País Vasco y Cataluña han previsto reglementaciones para la distribución de cannabis dentro del CSC, pero éstas no incluyen el cultivo. Es demasiado pronto para decir a qué conducirá la comercialización de los Clubes Sociales de Cannabis en España, pero indudablemente ha causado la fragmentación del movimiento activista que los inició. La última noticia es que una campaña para la regulación de los clubes posiblemente reciba apoyo de la Fundación Open Society (OSF). El nombre de la campaña – Regulación Responsable – es copiado y pegado de una experiencia anterior en Uruguay, donde OSF patrocinó la estrategia mediática para la propuesta del gobierno de legalizar el mercado de cannabis. En Uruguay, como en España y los Países Bajos, el gobierno ahora considera especificar un límite máximo de 15% de THC del cannabis que se puede producir legalmente en el país.
La Fundación Open Society es básicamente una herramienta del multimillonario George Soros, que hizo su fortuna mediante la especulación en los mercados financieros y la adquisición de acciones en empresas como Monsanto. Parece bastante contradictorio que un hombre que estuvo dispuesto a arruinar la vida de millones de familias con el fin de construir su riqueza, ahora se siente preocupado por la suerte de los consumidores de drogas. Sin embargo es ello lo que parece ser el caso, a la vista de la financiación omnipresente de OSF de los programas de reducción de daños, los centros de investigación que siguen produciendo de análisis y las campañas por la legalización en los EE.UU., Uruguay y ahora Europa.
La respuesta a este enigma bien puede estar en el hecho de que sí, son George Soros y compañía que gobiernan el mundo, que ahora están convencidos de que la prohibición de drogas está llegando a su fin y que tratan de acercarse a la mesa donde se firmará la declaración de paz. No actúan por cuenta o en beneficio de campesinos colombianos, jóvenes mexicanos o autocultivadores de cannabis. Ellos tienen un plan, y se llama control de los mercados (por ejemplo, en la genética de las plantas de cannabis que producen menos de 15% de THC).
Los ciudadanos europeos que luchan por una verdadera reducción de daños hemos de calcular lo que debería ser nuestro siguiente movimiento en el debate. La lección del pasado es que si estamos demasiado ansiosos por obtener el apoyo de arriba, nos olvidamos de confiar en nuestros recursos comunes, y la iniciativa será tomada de nuestras manos.
Mientras nos ponemos de acuerdo a un modelo en el que las personas adultas no tienen derecho a cultivar cualquier planta para su consumo personal, en cualquier variedad que quieren y con cualquier porcentaje de elementos activos que quieran, estamos de acuerdo a que continua la guerra contra las drogas. Establecer un Cannabis Social Club en el sentido original de la palabra es la mejor manera de terminarla.
Por Joep Oomen
NOTICIAS DEL SECRETARIADO
Desde el 9 al 17 de marzo, una delegación de socios de Encod asistirá a la 58° edición de la reunión anual de la Comisión de Estupefacientes de la ONU en Viena. Este año organizaremos dos eventos colaterales para informar a los delegados sobre resp. el impacto de la criminalización de consumidores de drogas y los valores medicinales de la planta de cannabis.
Debido a la confusión que surgió alrededor del uso del término Cannabis Social Club (unas personas en España, Eslovenia y Bélgica han comenzado a utilizar este término como una fachada para iniciativas comerciales), Encod ha decidido establecer un sitio web para Clubes Sociales de Cannabis europeos donde se explican las normas estrictas del concepto original de un CSC. Los socios de un CSC pueden ver aquí si su club cumple los requísitos.
En febrero, todos los socios de Encod normalmente han recibido una solicitud de pagar su contribución anual. Si no lo ha hecho todavía, por favor paga esta contribución en los próximos días. Ello facilita al secretariado hacer una planificación efectiva para el año 2015.