EL BOLETÍN DE ENCOD SOBRE LA POLÍTICA DE DROGAS EN EUROPA
NR. 29. MAYO DE 2007
GESTOS VACÍOS
El NO a la Constitución Europea por una mayoría de los votantes franceses y holandeses en junio de 2005 implicó una lección para los dirigentes políticos de la Unión Europea. Hasta entonces habían pensado que unir a países era una cuestión de reuniones y buffets. Para poder sacar adelante el proyecto europeo, los ciudadanos de la UE deben estar convencidos del hecho de que la cooperación es necesaria para enfrentar los desafíos de mañana. Si las autoridades no son capaces de facilitar a los ciudadanos una voz en el proceso de decisiones políticas, “Bruselas” continuará siendo considerada como un sinónimo para un gigante extremadamente cara, ineficaz e innecesaria.
El diálogo con los ciudadanos sobre la política de drogas en la UE está llegando a ser un triste ejemplo de la forma en que la Europa oficial se esconde en torres de marfil, elevados sobre cortinas de humo gris, basándose en procedimientos complicados y en constante modificación, imposibles de captar por los expertos, ni hablar por los ciudadanos comunes y corrientes, que pagamos los impuestos.
Ya no nos quedan muchas soluciones políticas. Desde 1986, las autoridades europeas han hecho promesas claras para crear un diálogo serio y abierto con ciudadanos involucrados sobre la política de drogas en Europa. He aquí sólo unos ejemplos recientes:
“Se debe desarrollar una estrategia para fortalecer la cooperación con los ciudadanos en el área de las drogas ” (Evaluación interina del Plan de Acción sobre las Drogas de la UE para 2000-2004, octubre de 2002).
“Un enfoque equilibrado del problema de las drogas requiere una consulta adecuada a un grupo amplio de representantes de ONGs relevantes y de la sociedad civil.” (Estrategia de Drogas de la UE para 2005-2012, diciembre de 2004).
“En 2007 se establecerá una línea presupuestaria para la financiación de los esfuerzos para involucrar las demandas de los ciudadanos y sus organizaciones en la política europea” (Palabras de clausura del representante de la Comisión Europea Francisco Fonseca, Conferencia sobre “Sociedad Civil y las Drogas”, enero de 2006).
La línea presupuestaria, así nos informaron durante una visita a la Unidad de Coordinación Anti-Drogas de la Comisión Europea el 6 de noviembre de 2006, se iniciaría en septiembre de 2007. La aprobación definitiva la darían los ministros de Justicia e Interior de los Estados Miembros de la UE en abril de 2007. Ello no ha sucedido. No sucederá pronto, debido a ‘desacuerdos sobre ciertos pasajes de la propuesta”, tal como supimos de la Comisión Europea el 19 de abril.
Seguramente seguirá siendo secreto el motivo de estos desacuerdos, que provoca un nuevo retraso en un proceso que ya dura 20 años. Después de todas las promesas rotas y engaños este nuevo paso para involucrar a los ciudadanos en la política con respecto a un tema social extremadamente importante está llegando a ser un gesto vacío. Otra vez.
No se trata de dinero. Aunque sería bienvenido algún apoyo a nuestras organizaciones, no sería conveniente si las organizaciones no-gubernamentales fueramos dependientes de fondos gubernamentales para sobrevivir. Nuestro verdadero interés está en que en una sociedad abierta y democrática como la que Europa pretende ser, los ciudadanos afectados deben ser reconocidos como partenarios con pleno derecho en el proceso oficial en que se toman las decisiones.
Se trata aquí de establecer un diálogo serio entre funcionarios y responsables políticos por un lado y representantes de organizaciones que defienden los intereses de consumidores de drogas, sus parientes, científicos, trabajdores de salud y sociales, el sector comercial legal y otros actores por otro. Basado en referencias a hechos, a lo largo de una lista de temas concretos, acuerdos y fechas tope que deben ser respetados por todos los participantes. Con el solo objetivo de llegar a una mejora de la eficacia de la política de drogas implementada en Europa.
Cuanto más postergan los Estados Miembros de la UE este diálogo, más fuerte se pondrá el llamado por una alternativa. Es la tarea de ENCOD, en cooperación con otros grupos europeos y sobre todo el Parlamento Europeo, que hasta ahora siempre ha apoyado la posibilidad de un diálogo auténtico sobre la política de drogas, desarrollar esta alternativa.
A veces las acciones directas son más eficaces que los métodos convencionales. Los Cannabis Social Clubs como los de Pannagh en España y Trekt Uw Plant en Bélgica son pasos pequeños pero significativos en la dirección de la normalización del consumo de cannabis y otras drogas en Europa. El 25 de abril, Pannagh en Bilbao recibió de vuelta las plantas de cannabis que fueron confiscadas en octubre de 2005 durante una intervención policial contra la plantación colectiva. Un juez local consideró que Pannagh debería ser considerada como una asociación legal y que las plantas deberían ser devueltas. El mismo día, Trekt Uw Plant ganó un triunfo moral en Amberes luego de ser absuelta de la acusación de “asociación criminal”. Las 6 plantas de cannabis con las que fueron encontrados los socios de Trekt Uw Plant cuando fueron detenidos en diciembre de 2006 siguen siendo ilegales de acuerdo al juez, pero la asociación va a apelar esta sentencia.
En la Asamblea General de ENCOD los días 22, 23 y 24 de junio en Amberes, estas y otras estrategias de acción serán ampliamente discutidas. Todos los socios son muy bienvenidos.
Por: Joep Oomen – encod.org