EL BOLETIN DE ENCOD SOBRE LA POLÍTICA DE DROGAS EN EUROPA
NR. 36 DICIEMBRE DE 2007
UN TESTCASE PARA EUROPA
La Unión Europea alberga casi 500 millones de habitantes, 23 idiomas oficiales y 27 países con cada uno sus propias tradiciones culturales, políticas y sociales. La cooperación entre estos países ha sido crucial para asegurar la paz y la prosperidad en el continente en los últimos 50 años. Todavía, mucha gente suele mirara a “Europa” como una construcción más o menos artificial de los burócratas, con estructuras difusas para tomar las decisiones e insuficiente control democrático. Los esfuerzos para dar a la UE una base legal sólida para desarrollar políticas comunes son considerados por mucha gente con escepticismo y temores de que sus vidas serán “gobernadas por Bruselas”.
En teoría, la Unión Europea ofrece una excelente oportunidad para comparar el impacto de políticas diferentes y facilitar el intercambio de información y experiencias que resultan en prácticas buenas y malas. Como tal, la cooperación en el área de la política de drogas, tanto entre países e instituciones como entre organizaciones de la sociedad civil, podría ser extremadamente útil para elaborar políticas eficaces sin hacer demasiados errores evitables en el proceso.
Sin embargo, en la práctica, la falta de control democrático sobre las decisiones relacionadas a las drogas hechas a nivel de la UE contribuye aún más al concepto de un super-estado totalitario .
Desde 2005 El Consejo Europeo de Ministros (de Justicia e Interior) ha tenido el poder de someter las drogas sintéticas a provisiones criminales en la Unión Europea entera si el Comité Científico del OEDT diera el consejo de hacerlo. En julio de este año, el Consejo y la Comisión Europea propusieron prohibir la droga sintética 1-benzylpiperazine (BZP). Actualmente, esta sustancia no está prohibida en varios países europeos (entre ellos Alemania, Irlanda, los Países Bajos y el Reino Unido).
El 14 de noviembre, el Parlamento Europeo aprobó una enmienda a la resolución en la que se pide adaptar las medidas de control a los riesgos para la salud de la sustancia, que todavía no han sido investigadas ni probadas. Pero puesto que este asunto pertenece al área de la justicia, en el que la opinión del Parlamento Europeo no es mandatoria, queda por ver si esta enmienda tendrá efecto alguno sobre la decisión que los ministros de justicia ya resultan haber tomado: criminalización a pesar de la falta de estudios y pruebas sobre los riesgos.
De acuerdo al último informe anual del OEDT, el monto total del gasto público relacionado a las drogas por los Estados Miembros de la UE se calcula entre 13 y 36 mil millones de euros por año, es decir entre 35 y 98 millones de euros por día. Cualquier política pública con este tipo de gasto debería ser evaluada debidamente, así que se pueden aprender lecciones a fines de corregir enfoques con un efecto negativo e reforzarlos que tienen un efecto beneficioso.
Sin embargo, las instituciones de la UE tienen grandes problemas para implementar tal evaluación, ni hablar de publicar sus resultados. Una mirada más cercana al informe de la última reunión del Grupo de Trabajo Horizontal de las Drogas (compuesto por representantes gubernamentales de los Estados Miembros asícomo de la Comisión Europea), que tuvo lugar en septiembre de 2007 en Lisboa, demuestra que los Estados Miembros de la UE no son capaces de producir un sólo indicador concreto con el que pueden medir el impacto de sus políticas de drogas. Tampoco es posible encontrar una visión clara sobre el tema, que no sea el propósito de mantener un estatus quo político en el que “todo continúa siendo como era y ninguno de los burócratas supersalariados tiene problema alguno“. (Peter Cohen, Universidad de Amsterdam)
No obstante hay acontecimientos interesantes para discutir. El 19 de noviembre, la BBC informó sobre los resultados iniciales de un proyecto piloto en Londres en el que usuarios de heroína han podido inyectarse con heroína en una clínica durante los dos últimos años. Los resultados sugieren que ha reducido el consumo de drogas y la criminalidad significativamente. Los médicos y las enfermeras quienes trabajan en el proyecto dicen que las vidas de los involucrados han estabilizado porque ya no están comprando en la calle o cometiendo crímenes. Igualmente, el ministro danés de salud Lars Rasmussen anunció que desea empezar la dispensación de heroína a usuarios en Dinamarca, siguiendo una mayoría parlamentaria que se expresó a favor de esta medida. Ello establece el número de Estados Miembros de la UE en los que la dispensación controlada de heroína es una parte integrada de la política gubernamental en un total de 6.
Mientras tanto, investigaciones de los EEUU sugieren que los cannabinoides pueden ser responsables para obstaculizar el paso de los genes que provocan el cancer de mamá, entre otros. La investigación había sido realizada por el Instituto de Investigación del Centro Médico de California Pacífico y publicada en la edición de noviembre de Molecular Cancer Therapeutics Adicionalmente, la MedWire News publicó un estudio de científicios británicos que concluyen que no existe ninguna prueba de alguna relación causal entre el uso del cannabis y el riesgo de esquizofrenia.
Finalmente, una fuente aún menos sospechosa, el primer ministro británico Gordon Brown, declaró en The Independent que propondrá que serán pagados los campesinos afganos un monto más alto del que pueden ganar con su opio, a cambio de que paren de cultivar la planta, en un esfuerzo de contener la influencia de los Taliban. De acuerdo al informe anual de la Oficina de la ONU sobre las Drogas y el Crimen (ONUDC), la campaña británica para destruir el cultivo de amapolas ha sido un terrible fracaso. Las declaraciones de Brown pueden causar tensiones con la administración de los EEUU, que que prefiere la implementación de fumigaciones aéreas para destruir las amapolas. Pere esta medida encuentra oposición del presidente afgano Hamid Karzai y “Downing Street” ha dicho claramente que Sr Brown propondrá una política más simpática a los campesinos. “Tenemos que colaborar intensamente con las comunidades involucradas,” dijo.
“Colaborar con aquellos que están más involucrados” ha sido el mantra oficial de la Unión Europea desde que comenzaron las primeras reflecciones sobre una política de drogas común en 1986. En todas las declaraciones oficiales sobre las políticas de drogas de la UE publicadas en los últimos 20 años ha sido reiterado que la sociedad civil debería ser consultada e involucrada en el diseño y la implementación de la política. Sin embargo, el gran interrogante ha sido cómo realizar esta consultación en un área en el que la transparencia y el control democrático está ausente.
El 13 & 14 de diciembre, la Comisión Europea ha invitado a 26 organizaciones de la sociedad civil, entre ellas ENCOD, a la primera sesión del llamado Foro de la Sociedad Civil sobre las Políticas de Drogas. Nuestra presencia es legítima: la propuesta de un debate serio sobre las políticas de drogas ha sido nuestro mayor objetivo de los últimos 15 años. Sin embargo, a fines de que sea una experiencia fructífera, la organización de este foro necesita cumplir con criterios profesionales de transparencia y participación. Si cumple, ello creará un excelente punto de partida para el diálogo. Si no, puede resultar difícil de continuar a creer en las buenas intenciones detrás.
Hasta el 10 de diciembre Usted puede dar su opinión sobre lo que debería ser el papel de ENCOD en este foro.
By Joep Oomen (with the help of Peter Webster)