BOLETIN ENCOD SOBRE POLITICAS DE DROGAS EN EUROPA
NR. 65 JULIO DE 2010
LOS CIUDADANOS, LAS AUTORIDADES Y LAS DROGAS
No hace falta ser economista para saber que cuando una sustancia que tiene demanda se declara ilegal, su precio sube y su calidad baja. El número de proveedores incrementa, y es más difícil de controlar el mercado.
Se supone que los gobiernos se preocupan de la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Pagamos por los servicios de salud para controlar todo lo que ponemos en nuestros cuerpos. Irónicamente, para la producción y distribución de sustancias que fueron declaradas ilegales por la Convención de Estupefacientes de la ONU en 1961, no existe ningún tipo de control. Esta medida fue justificada por la necesidad de proteger la salud pública, pero en los hechos ha tenido el efecto contrario. Entonces porqué continua la guerra a las drogas hasta hoy?
Continúa porque la mayoría de la gente no piensan lógicamente sobre las drogas; sólo reaccionan emocionalmente. Los políticos lo saben, y por ello prefieren callarse la boca sobre ello, así que evitan una posible pérdida de votos. Los periodistas lo saben, y por ello prefieren divertir más que informar. Hablan de drogas para provocar la curiosidad de la gente, pero ignoran la pregunta cómo se pueden reducir y evitar problemas.
Las personas que queremos mejores políticas de drogas debemos desmontar un concepto falso que ha sido puesto en nuetsras mentes desde generaciones, creado y mantenido por intereses extremadamente poderosos. Necesitamos empujar una evolución social, cultural y política que dará vuelta a la relación entre autoridades y ciudadanos.
Consideren nuestras experiencias en el Foro de la Sociedad Civil sobre políticas de drogas en la Unión Europea, CSF. Creado en 2007 después de años de reclamos, este foro debería ser la oportunidad para la sociedad civil de proveer algún comentario en el proceso de decidir sobre la política de drogas que está teniendo lugar en Bruselas.
Un presupuesto de 1 millón euros por año fue reservado para financiar el Foro, que consistiría de encuentros regulares con los representantes de asociaciones europeas que trabajan en el campo de las drogas.
Tres años después, la Comisión Europea solamente puede rendir cuentas sobre una fracción de ese monto. Tres sesiones del CSF han tomado lugar desde 2007, involucrando approx. 50.000 euros cada una. En estas sesiones, la Comisión ha sistemáticamente neutralizado cualquier intento de empezar un diálogo sincero con los que toman las decisiones. Durante la última sesión, en marzo de 2009, la Comisión trató desesperadamente de imponer una campaña uniforme sobre el Foro, una llamada “ Alianza Europea para advertir contra los peligros de las drogas”. Sólo una de las 26 organizaciones participantes en el CSF, la “Foundation for a Drug Free Europe” (apoyada por la Iglesia de Cientología) se puso de acuerdo con ella. Luego, se formó un grupo núcleo de 6 organizaciones, ENCOD siendo una de ellas, que redactaría la agenda del próximo CSF.
Después de incontables retrasos, este grupo núcleo se reunió el 15 de junio de 2010->article2487]. Durante la reunión se hicieron propuestas concretas para incluir en esta agenda una discusión sobre el curso de las políticas de drogas como tales, con reglas claras sobre criterios para invitar a participantes y un uso eficaz del presupuesto destinado para ello. Pero nuevamente, la Comisión Europea actuó instatáneamente evitando las conclusiones, posponer las decisiones y prolongar el estatus quo. Al final, la discusión tuvo que postergarse al mes de octubre.
Violando todas las reglas sobre transparencia, representación y uso eficaz de dinero público, la Comisión está destruyendo la credibilidad del CSF y la de todas las organizaciones involucradas. La élite europea demuestra con ello que no quiere en absoluto que tenga lugar un diálogo serio con los ciudadanos sobre la política de drogas, porque tiene miedo que su resultado les hará perder la cara públicamente.
Durante la Asamblea General de ENCOD que tuvo lugar en Francoforto del 18 al 20 de junio, hablamos sobre estrategias para un contra-ataque. Fue interesante ver que países grandes como Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido tienen una renovada tendencia hacia políticas represivas, algunas veces camufladas bajo medidas para asegurar la seguridad del tráfico, mientras que en países más pequeños, muy prudentemente, pequeñas luces de esperanza alumbran, especialmente con respecto al cannabis. El próximo gobierno de los Países Bajos bien puede comenzar un experimento con la puerta trasera del coffeeshop, en Bélgica el primer Cannabis Social Club ahora está operando, mientras que en España el número total de esos clubes ya está por los centenares.
Debido a la variedad de contextos políticos y otros en cada país, es difícil acordar sobre una actividad o agenda común para Encod. Algunos propusieron que organizaramos peticiones, o marchas en Bruselas o Viena, o sesiones de entrenamiento para activistas y lobbyistas. La mayoría de estas ideas deben permanecer ideas por la falta de recursos humanos o materiales para ponerlas en práctica.
Pero la Asamblea sirvió seguramente como inspiración a los que temen que nuestras acciones serán siempre simbólicas. Un taller sobre la historia y el desarrollo del modelo del Cannabis Social Club en España fue una oportunidad para aprender cómo se establece y se promueve tal club. Comenzando como una acción simbólica para desafiar la prohibición del cannabis, estos clubes han llegado a ser soluciones prácticas para muchas personas, entre ellas muchos pacientes que no desean más obtener su medicina del mercado ilegal. En cualquier país donde el consumo no está criminalizado es posible comenzar tal club: cualquier abogado o juez debe ser capaz de explicar que si la demanda es legítima, la oferta debe serla. Por lo menos en España y Bélgica, esta línea de razonamiento ha tenido éxito.
De la misma manera se puede encontrar una solución para el tema de la hoja de coca y sus derivados tradicionales. Ambas pueden ser compradas legalmente en Perú y Bolivia, pero la exportación es ilegal debido al hecho de que la hoja de coca figura en la Convención de la ONU de 1961. En el mes próximo, algunos socios de Encod investigarán la posibilidad de establecer una asociación europea de consumidores de la hoja de coca que importará productos de coca legales a tarvés de un circuito económico verde y justo, en acuerdo con las asociaciones de productores de coca bolivianos.
Hace 17 años, nuestra lucha comenzó con esfuerzos para llamar la atención sobre las voces de los que nuca fueron escuchados en el debate de las drogas. Continuó durante años desafiando la superioridad moral detrás de la prohibición. Hoy día se trata de encontrar soluciones eficaces para ciudadanos afectados que pueden funcionar aquí y ahora. Conectando a consumidores y productores que quieren ser parte de un sistema legal sin la innecesaria intervención de intermediaros o autoridades podemos mostrar que es perfectamente viable y posible implementar formas no represivas de control basadas en la aceptación del acceso a cualquier sustancia.
Así estamos escribiendo el próximo capítulo de la historia de la política de drogas, aunque todavía es imposible decir en qué página comienza. Por lo menos una cosa es clara: la prohibición de drogas es un enfoque extremadamente irresponsable. A fines de justificarlo, las autoridades necesitan engañar y mentir. Esa situación no puede durar mucho tiempo más.
Por: Joep Oomen