ENCOD, la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces, propone la siguiente línea de razonar para el debate sobre la regulación de las drogas.
(una versión anterior de estos 10 puntos fue publicada en el boletín de” Encod nr. 62 de abril 2010)
Esta propuesta será discutida en la Asamblea General de Encod 2010 en Francoforto
1. La prohibición de las drogas debe ser reconocida como una violación de los derechos humanos. El consumo de drogas implica tomar riesgos de salud verdaderos. Estos riesgos son de un caracter que requiere un enfoque regulatorio “ligeramente paternalista”. La prohibición implica un enfoque injusta- e innecesariamente duro, que deja la regulación del mercado en las manos de las mafias.
2. Las convenciones internacionales de drogas jamás tuvieron base científica alguna. Su presunción principal es que la prohibición disminuirá significativamente el consumo de drogas y el comercio de “sustancias controladas”.
3. Ha llegado a ser abundantemente claro que esta presunción es falsa. Los niveles de consumo de y adicción a las drogas no tienen relación importante con la intensidad de la represión y las políticas de gobierno en general. El “Informe sobre los Mercados de Drogas Ilícitas 1998 – 2007” editado por Peter Reuter y Franz Trautmann de nuevo ha mostrado.
Este informe fue publicado por la Comisión Europea en marzo de 2009. Desde entonces, nada ha sido hecho con este informe, a excepción de una audiencia pública organizada por Michail Tremopoulos, Miembro del Parlamento Europeo de Grecia de los VERDES/EFA, junto con Encod.)
4. Una conclusión importante surge de este informe. No hay necesidad de temer una explosión del consumo de drogas después de una regulación de los mercados de drogas. Las experiencias en los Países Bajos (con acceso decriminalizado al cannabis) y en Portugal (con decriminalización general del consumo y de la posesión para uso personal) lo han confirmado.
5. La prohibición de las drogas causó y sigue causando daños enormes en una escala global, mientras que no se han logrado resultados positivos.
6. Los esfuerzos para liberalizar las leyes de drogas nacionales están siendo bloqueados sistemáticamente refiriéndose a las convenciones internacionales de drogas. La aplicación de la prohibición internacional de drogas es comúnmente legitimada por un supuesto consenso global. Sin embargo, en las últimas décadas, dentro de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, han surgido desacuerdos fundamentales y aparentemente irresolvables sobre el carácter y la dirección de la política de drogas.
7. Esta situación le está haciendo imposible para países individuales y grupos de países para desarrollar políticas que quieren introducir sobre la base de experiencias de mucha duración y experimentación sana.
8. La conclusión es que la rígida interpretación de los tratados de drogas los ha convertido en obstáculos para el progreso.
9. Las convenciones internacionales sobre las drogas ya no pueden servir como base para las políticas nacionales, y menos aún para políticas internacionales. El “sistema de control de drogas” global debe ser reemplazado por las políticas de drogas nacionales. Es bastante probable que estas pueden ser desarrolladas luego de una consultación y cooperación cercana entre los países vecinos.
10. LA REGULACIÓN DE DROGAS debe ser puesta en la aegnda política.
Fredrick Polak
Presidente de ENCOD, la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces
Junio 2010