21 de mayo de 2014
Por Timothy Alexander Guzman*
Uruguay es el primer país a desafiar la ‘Guerra a las Drogas’ por la legalización del cannabis. Fue descrito como un acta revolucionaria contra la prohibición de una planta que fue utilizada por millones en todo el mundo, bajo lidererazgo del anterior guerrillero marxista y prisionero político quien ahora es presidente de Uruguay, Jose Mujica.
Parece que el gobierno de Mujica está permitiendo a Monsanto, Syngenta y Dupont entre otros operar en Uruguay y cosechar cannabis a base de sus semillas genéticamente manipuladas. Son los detalles de cómo las nuevas leyes sobre el cannabis operarán mediante el control de la población a través de una base de datos que recopila las huellas dactilares y otras partes de su cuerpo para asegurar que están utilizando el cannabis genéticamente modificado’, controlado por el gobierno.
En diciembre pasado, la Associated Press informó sobre la decisión de Uruguay de avanzar con el experimento de legalizar el cannabis para reducir el narcotráfico ilegal y el crimen en un artículo entitulado “De la semilla al humo, Uruguay prueba el cannabis legalizado.” El informe indicó cuáles fueron las intenciones del gobierno de Mujica con respecto a la legalización del cannabis:
El objetivo del presidente José Mujica es poner a los narcotraficantes fuera del negocio y reducir el consumo mediante la creación de un ambiente seguro, legal y transparente en el que el estado sigue de cerca todos los aspectos del uso de la marihuana, de la semilla al humo. Eso significa diseñar y mantener una industria que es pequeña, compacta y rentable.
El Congreso sólo aprobó el gran “experimento” de Mujica a grandes rasgos.
La letra pequeña debe aún lograr un delicado equilibrio en cuestiones como la fuerza que puede tener el cannabis, el precio que se le cobra, quién puede cultivarlo, cómo acabar con los cultivadores ilegales, cómo persuadir a los usuarios a comprar del Estado en lugar de un distribuidor, y la forma de controlar el uso sin ser visto como Gran Hermano. Con reglas demasiado indulgentes o demasiado estrictas, todo el proyecto podría fracasar.
El informe también cita a la senadora uruguaya Lucia Topolansk (esposa del presidente Mujica) que dijo que “el Estado proporcionaría semillas clonadas cuyas plantas se pueden trazar.” No debería sorprender a nadie, especialmente a aquellos que entienden lo que las corporaciones como Monsanto están tratando de lograr en una escala mundial. El canal tradicional CNBC informó en 2010 que “la mayoría de los grandes productores y distribuidores agroindustriales no hicieron comentarios sobre los planes de cultivar cannabis, mientras que ello en gran medida todavía es ilegal”.
Ahora, en Uruguay todo es posible, puesto que aprobaron una ley para legalizar el cannabis. Aunque sí se dijo que “el productor de semillas y agro-químicos Monsanto no está interesado en el cannabis”, según el portavoz Darren Wallis, añadiendo que “incluso si eso cambiaría mañana, el desarrollo de un cultivo a escala masiva toma tiempo.” Sí, toma tiempo para producir. CNBC también dijó que “otras grandes empresas alimenticias y agrícolas no quisieron comentar, desde que la propuesta era demasiado hipotética o inapropiada dada el estatus actual, en gran parte ilegal, de la droga.” Bueno, ya no es hipotética más puesto que Uruguay aprobó leyes para legalizar el cultivo y el uso de cannabis. Ahora es una realidad para las empresas de biotecnología seguir adelante con la manipulación genética de la planta, porque ahora tienen un incentivo para dominar la industria del cannabis comenzando con Uruguay. Un análisis interesante por www.cannabisculture.com entitulado ‘Manipulando Marihuana: Monsanto y Syngenta Invierten en Tecnología RNA” por Tracy Giesz-Ramsay sobre las inversiones de Monsanto y Syngenta en la tecnología de interferencia RNA y lo que significa para la producción del cannabis en el futuro. Giesz-Ramsey escribió lo siguiente:
Luego de haber sido cultivado y utilizado ceremonialmente, de manera recreativa y medicinal durante miles de años, el cannabis – a pesar de las leyes prohibitivas que rodean el uso no medicinal de la planta – está, sin duda, en el radar de la gran agroindustria.
Estas empresas sin duda producirían ganancia desarrollando una semilla transgénica patentable para su distribución monopolizada si el uso de cannabis fuera legal. Sería fácil para estas empresas crear un monopolio sobre la industria abusando sus vínculos con los reguladores federales. Todo esto ha sido un punto de mucho debate dentro de la comunidad del cannabis durante muchos años.
Con esto en mente, es justo decir que uno de los pocos aspectos positivos de la prohibición del cannabis, con el arte de la crianza, el cultivo y la distribución de cannabis en gran medida clandestinamente durante la mayor parte de su historia comercial, las 6 grandes compañías de semillas y químicos no han sido capaces de dominar la industria con sus tecnologías patentadas.
El problema: las cosas pueden cambiar muy pronto. Monsanto, Syngenta, BASF, Bayer, Dow y DuPont hasta hace poco han concentrado su energía en monopolizar la industria de alimentos, pero algunos han desarrollado un gran interés en esta planta que aún sigue siendo ilegal.
La mayor preocupación con el cannabis ahora es la del control genético. Mientras que adquieren un monopolio sobre el cannabis medicinal, el reto de los gobiernos que continúan librando la ostensible “guerra contra las drogas” está en ser asumido por alguno de los grandes 6. Monsanto y Syngenta actualmente están invirtiendo millones de dólares en una nueva tecnología de modificación genética llamada interferencia de RNA.
RNAi, como también se le conoce, es un método en el que el RNA – que es el código de una planta como el ADN de un animal que le dice a sus proteínas cómo organizarse a fin de determinar, por ejemplo, de qué color será la planta – es interferido. En RNAi, se inserta RNA de doble cadena de manera que se obstruye el código original; de modo que las instrucciones de pigmentación no llegan a las proteínas.
Como ya sabemos de las semillas transgénicas de Monsanto, son plantas genéticamente modificadas resistentes a los herbicidas químicos, como el “Round-Up.” Los herbicidas matan a otras plantas, permitiendo que las plantas modificadas genéticamente resistan al herbicida y sean plantadas con menos espacio entre una y otra que los cultivos tradicionales utilizados normalmente por los agricultores. Al parecer, permite a los agricultores ganar más de la producción de cultivos en sus tierras de cultivo que nunca. Las semillas se conocen como “Round-Up Ready.” Los agricultores están obligados a comprar las semillas transgénicas cada temporada una vez que se comprometen a utilizar el producto. Uruguay está cayendo en una zona de peligro cuando se trata de la siembra de semillas transgénicas en el país donde la agricultura representa un importante sector. Puede afectar a los cultivos de alimentos naturales a largo plazo, puesto que Monsanto y otras empresas agrícolas eventualmente se expandirían a otros áreas de la producción de alimentos.
La decisión de Uruguay de permitir a las corporaciones multinacionales de biotecnología operar en sus tierras, también abre la puerta a un estado policial de vigilar a que sus ciudadanos consumen ‘cannabis clonado’ tal como informó el noticiero RT a principios de este mes en un informe titulado “Uruguay publica los detalles de la venta legal de cannabis. Describe los métodos de Uruguay:
La policía será capaz de llevar a cabo controles sobre el terreno a fin de asegurar que los conductores no estén colocados bajo la influencia. Las empresas y los sindicatos también se les permitirá llevar a cabo controles aleatorios para asegurar que los empleados no están bajo la infleucnia de cannabis, particularmente mientras que ejecutan trabajos riesgosos o peligrosos.
Las especies de cannabis también se limitarán a cinco, y se permitirá un máximo nivel de THC del 15 por ciento. Cada bolsa de cannabis tendrá su código y etiquetado con radiofrecuencia, lo que permitirá a las autoridades determinar su origen y su legalidad.
Las personas que compran cannabis en farmacias serán identificados por lectores de huellas digitales para preservar su anonimato, pero el consumo de la droga se seguirá mediante una base de datos del gobierno.
Esto permitirá a la policía examinar si se trata de cannabis ilegal durante los controles, y detener a cualquier persona que posea marihuana sin los trazadores adecuados.
El control de Uruguay sobre todas las facetas de la nueva industria del cannabis con una base de datos nacional parece “orwelliano”, ya que limita con el fascismo por el temor de que la legalización del cannabis puede conducir a un mayor consumo de drogas entre la población. Es comprensible, pero la imposición de un estado policial para controlar el consumo de drogas y el narcotráfico no es una respuesta a la guerra contra las drogas. Sin embargo, no cobrar impuestos sobre el cannabis es un buen comienzo. Uruguay también ha aprobado una ley que eximirá a los productores y a la venta de la cosecha los impuestos, lo que perjudicaría al cannabis ilegalmente importado desde otros países como Paraguay.
Reuters informó sobre la política fiscal de Uruguay con respecto al tema del cannabis legalizado cuando dijo que “el objetivo principal no es la recaudación de impuestos. Todo tiene que estar orientado a perjudicar el mercado negro “, dijo Félix Abadi, un contratista que está desarrollando la estructura tributaria del cannabis de Uruguay. “Así que tenemos que asegurarnos de que el precio es bajo.” Lo cual es cierto en un sentido, ya que un alto riesgo de encarcelamiento aumenta el precio de la marihuana. La nueva ley de Uruguay también emite licencias a los agricultores para producir cannabis. Según Reuters “Uruguay subastará hasta seis licencias para producir cannabis legalmente en las próximas semanas. El gobierno también está considerando el cultivo de cannabis en una parcela de tierra controlada por los militares para evitar el tráfico ilegal de la cosecha “.
Mujica se reunió con el presidente estadounidense Barack Obama a principios de este mes después de que su gobierno dio a conocer los detalles de la nueva legislación sobre el cannabis para discutir el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países. Obama recibió al presidente Mujica diciendo:
Presidente Mujica tiene una extraordinaria credibilidad personal cuando se trata de cuestiones de democracia y derechos humanos, dados sus fuertes valores y su historia personal. Es un líder en estos temas en todo el hemisferio. Y compartimos un interés en fortalecer aún más los lazos de pueblo a pueblo entre nuestros dos países, en particular en torno a las cuestiones de la ciencia, la tecnología y la educación
La respuesta del presidente uruguayo Mujica:
Hemos estado mirando hacia todas partes, y hacia nosotros mismos un poco también. Y desde la humildad de mi pequeño Uruguay, mi pueblo, que está allí entre una enorme área de mucha agua fértil, viene aquí a buscar el conocimiento y el estudio en todos los rubros de las ciencias biológicas, en particular en las tierras que requieren de investigación local, porque el continente tiene que producir mucho alimento para el mundo. Y además, este es el país más avanzado en el mundo para las ciencias biológicas. No queremos enviar solamente a los estudiantes para que se casan – y las corporaciones estadounidenses pagan más dinero, por lo que solemos perder a estas personas cualificadas. Tenemos que llevar maestros, pero tenemos que hacer los arreglos necesarios para que puedan seguir contribuyendo al Seguro Social aquí. Sabiduría debe buscarse allí donde está.
Presidente Mujica ha pedido “normalizar las relaciones” entre Cuba y los EE.UU. para poner fin al embargo y ha apoyado a líderes sudamericanos como el presidente de Bolivia, Evo Morales, en el momento en que los EE.UU. y la UE obligaron el avión de Morales a aterrizar en Viena para buscar el ex agente de la NSA Edward Snowden. “No somos más colonias”, dijo el presidente de Uruguay, José Mujica. “Nos merecemos respeto, y cuando uno de nuestros gobiernos es insultado sentimos el insulto en toda América Latina”, según el periódico The Guardian.
En muchos sentidos, el presidente Mujica es un revolucionario contra el imperialismo occidental. Pero permitir los cultivos OGM en Uruguay es un paso en la dirección equivocada aunque probablemente el sí cree que permitir los transgénicos en realidad alimenta al mundo. Tal vez está mal informado, lo que sí creo es el caso; después de todo, él cree que fumar marihuana es una “adicción”. Sin embargo, yo creo que él tiene buenas intenciones.
El presidente Mujica debería reconsiderar el uso de cualquier forma de cultivos genéticamente modificados que es peligroso para los seres humanos, no importa lo que piensa sobre el consumo de cannabis. Esperemos que creará un comité para volver a evaluar los resultados de las investigaciones sobre los efectos de los OGM. Las Corporaciones biotecnológicas sólo quieren explotar las tierras de Uruguay como un experimento. Esperemos que el gobierno de Mujica hará un cambio de sentido fuera de la dominación corporativa.
* Timoteo Alejandro Guzmán es un investigador y escritor independiente, con un enfoque en la política, economía, medios de comunicación y ámbitos históricos. Contribuye a Globalresearch.ca, Silent Crow Noticias y Las Noticias Médicas. Su escritura también ha aparecido en La Mente Progresista, European Union Examiner, News Beacon Irlanda, WhatReallyHappened.com, Noticias EIN y un número de otros sitios de noticias alternativas. Es un graduado de Hunter College en la ciudad de Nueva York.