Fuente: Agence France-Presse
10 de mayo, 2012
Por Nicolas Delaunay
Algunos ‘coffee shops’ cerrados en señal de protesta, otros abiertos y apoyando la ley, controles policiales irregulares y subida de la venta ilegal: la implementación del “mapa cannabis”, en vigor desde hace una semana en el sur Holanda, es caótico.
“Se necesita tiempo para que todo funcione”, declaró a la AFP Charlotte Menten, portavoz del ministerio holandés de Justicia y Seguridad.
El “mapa cannabis”, que entró en vigor el 1 de mayo en el sur del país, está pensado para reducir los embotellamientos del tráfico, el ruido nocturno y la proliferación de vendedores de drogas causadas por la afluencia de millones de extranjeros que van a comprar canabis en los ‘coffee shops’.
La nueva legislación, que concierne en un primer momento a unos 80 de los 670 ‘coffee shops’ holandeses y debe convertir a esos negocios en “clubes cerrados” con un máximo de 2.000 miembros domiciliados en Holanda y con más de 18 años de edad, será extensiva a todo el país en 2013.
Los 14 ‘coffee shops’ de Maastricht (sureste), centro de la resistencia al “mapa cannabis”, están cerradas desde el 1 de mayo en protesta por esta medida “discriminatoria”, que disminuirá su volumen de negocios, señalan.
Sólo uno de ellos, el Easy Going, abrió sus puertas el 1 y 2 de mayo, el tiempo necesario para recibir un aviso de cierre temporal de la municipalidad por haber vendido cannabis a belgas y alemanes. “Vamos a ir ante la justicia”, dijo a la AFP Marcos Josemans, dueño del Easy Going y presidente de la Asociación de ‘coffee shops’ de Maastricht: “sólo esperábamos una cosa, ¡que el municipio nos mande cerrar!”.
“El gobierno quiere implementar a escala nacional una solución destinada a solucionar un problema local, en Maastricht”, sostiene por su lado Willem Vugs, presidente de la Asociación de ‘coffee shops’ de Tilburg. “Aquí no hay, o hay pocas, molestias relacionadas con los ‘coffee shops'”, dice. Siete de los 11 ‘coffee shops’ de Tilburg, cerrados desde el 1 de mayo en señal de protesta, reabrieron sus puertas el lunes y ahora respetan la ley. “Con muy pocos clientes”, dice Vugs a la AFP.
Los controles policiales “no son una prioridad”
En otras partes del sur, la nueva legislación se implementa “sin demasiados problemas”, afirma la policía.
Si en Breda, Maastricht, Venlo y Tilburg los controles policiales son regulares, en otras partes, como en Eindhoven, aún no han comenzado y los policías encargados se entrenan.
En Den Bosch, Oss y Uden, más alejadas de la frontera belga, “los controles no son una prioridad”, ya que las molestias relacionadas con el turismo de la droga son “escasas”, según un portavoz de la policía local.
La venta ilegal de cannabis en las calles ha aumentado en Maastricht y Venlo (sureste), según la policía, lo que no ocurre en el sur y suroeste del país.
La nueva legislación, sin embargo, no ha desalentado a algunos turistas de la droga, que viajan más al norte, donde el “mapa cannabis” aún no ha entrado en vigor, como en Nimega (este). “Desde hace unos días, hay coches con placas belgas en el centro y están allí claramente por los ‘coffee shops'”, dijo Florian Vingerhoeds, portavoz de la policía local: “antes no veíamos nunca placas belgas”.