Fuente: Crítica de la Argentina
22 de agosto de 2009
Por: Cristián Alarcon
La nueva ley admite la tenencia de dosis mínimas
La reforma impulsada por el presidente Calderón tiene el objetivo de perseguir a los vendedores, aun a los más pequeños, y no castigar a los consumidores. Se puede tener hasta dos cigarrillos de marihuana, medio gramo de cocaína o dos pastillas sintéticas.
México aprobó una nueva ley que despenaliza la portación de “cantidades mínimas” de marihuana, cocaína, LSD, peyote y metanfetamina para “el estricto consumo personal e inmediato”. A diferencia de la tendencia continental, que plantea no perseguir a consumidores sino atacar las organizaciones criminales, en el caso mexicano la medida llega como parte de un paquete en el que el objetivo es acorralar a los pequeños vendedores, dealers de poca monta que reparten en las grandes ciudades a domicilio. Esta semana el presidente Felipe Calderón publicó la nueva norma en el Diario Oficial: de ahí surge que no será perseguido penalmente quien lleve encima hasta 5 gramos de marihuana y medio gramo de cocaína. “A pesar de que logramos aumentar las cantidades que había en el proyecto inicial, es absurdo lo del medio gramo de coca, por ejemplo, cuando la dosis que se vende en la calle es de un gramo. Teniendo la policía que tenemos sólo servirá para que se generalice la extorsión a los consumidores”, dijo a Crítica de la Argentina el politólogo Jorge Hernández, presidente del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (Cupihd).
Hernández explica que el proceso de reformas que llevó a esta ley no es sencillo. Primero fue el ex presidente Vicente Fox quien instruyó a su equipo jurídico para que preparara una legislación que permitiera reprimir con igual dureza a los grandes narcos como a los pequeños traficantes de barrio. Sucede que para poder hacerlo se debía diferenciar de alguna manera al consumidor de sustancias con el microcomercializador. Ese proyecto se elevó y fue aprobado por senadores y diputados. Pero al enterarse el entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, llamó a Fox y le pidió que la vetara, cosa que el mexicano hizo sin drama. Ahora le tocó a Calderón posicionarse ante el tema. En el debate en el Senado, organizaciones como Cupihd plantearon sus resquemores y lograron que las cantidades mínimas que eran todavía más chicas que las sancionadas aumentaran. Aun así, en el caso de la cocaína se quedó en que cualquiera que lleve encima más de medio gramo puede ser acusado de narcotráfico.
En el caso de la metanfetamina en México se podrán portar 40 miligramos –dos pastillas–; en el del opio, dos gramos; en la heroína, 50 miligramos; en la marihuana, cinco gramos, apenas dos porros. La posesión de cualquier cantidad superior será competencia del Ministerio Público federal y considerada narcotráfico. Esto complica las cosas a los vendedores más débiles de la cadena del tráfico ilegal, y podría hacer explotar la cantidad de presos por “narcomenudeo” porque además la ley duplicó las penas de prisión para estas personas. “Tememos que se produzca un efecto que sólo afectará a los más pobres, los que venden diez gramos por día para subsistir. Es sabido que si un dealer es apresado, detrás de él, en las calles, hay otros diez que podrían tomar su lugar. Esto no resuelve en nada la situación que vive el país”, cree Hernández.
Ricardo Soberón Garrido, experto en drogas, asesor del Transtional Institute –TNI–, con sede en Holanda, considera que “lo que signifique ser más selectivos y específicos en la percepción penal del uso de drogas es conveniente. México es un escenario de una guerra frontal entre la criminalidad organizada y el Estado. Aquello que me signifique no desviar recursos para enfrentar la criminalidad organizada es bueno”. Soberón mira el caso mexicano con optimismo a pesar de los límites y riesgos que generan la cantidades que se votaron en esta ley como no punibles. “Es peligroso –dice– jugar así con las cifras, por eso hay países que trabajan con rangos y no con cantidades, pero es cierto que hay cambios profundos: toda América del Sur fue el escenario de la guerra contra las drogas y ahora evidenciamos la fractura de lo que llamó el consenso de Viena, basados en la represión e interdicción penal”.
El fallo de la Corte Suprema cada vez más cerca
Fuentes cercanas a varios integrantes de la Corte Suprema de Justicia reconocieron a Crítica de la Argentina que es inminente la firma de un fallo que despenalizará la tenencia para consumo de drogas en el país. Los jueces estarían de acuerdo en que el Estado ya no debe perseguir a los que usan drogas, sino sólo a los que las trafican. En el último Congreso Internacional de Políticas de Drogas, el juez Raúl Zaffaroni, explicó por qué el sistema vigente es ineficaz: “Lo que se hace es prohibir para subir precio. Eso da lugar a la acumulación de más capital ilícito, y permite cada vez romper más barreras institucionales. Ése es el círculo vicioso que desemboca en el llamado ‘crimen organizado’, que causa mayor cantidad de muertos que los tóxicos prohibidos”, dijo Zaffaroni.