El pasado 13 de septiembre, el Partido Socialista belga presentó en la Cámara de Representantes una propuesta para regular el autocultivo y los Clubes Sociales de Cannabis, a través de una visión basada en la prevención de riesgos. Esta legislación está dirigida solo a los residentes belgas.
Actualmente, en bélgica los adultos pueden poseer tres gramos de cannabis o una planta. Existen alrededor de diez CSC en Bélgica, el primero en fundarse fue Trekt Uw Plant, en 2006. Ellos fueron absueltos dos veces con lo que generaron las dos primeras sentencias judiciales sobre CSC. El Modelo Belga de Club Social de Cannabis.
La propuesta incluye la creación de una institución administrativa independiente. ACC (Autoridad de Control del Cannabis) sería responsable de supervisar la implementación de la ley, su monitoreo y evaluación, además ellos otorgarían las licencias de CSC cada tres años.
El lugar para cultivar para uso personal sería solo la residencia de la persona usuaria. Este número de plantas sería compartido entre las dos modalidades, personal y colectiva. Entonces, si por ejemplo se establecieran seis plantas como límite, cada adulto podría tener tres plantas en la previsión de consumo del CSC y ella o él podrían cultivar otras tres en su lugar de residencia. Para ello, quieren crear un registro de usuarios para mantener el control en esto, con lo que tal vez se contradiga el derecho a la privacidad de las personas usuarias.
Los Clubes Sociales de Cannabis necesitarían licencia, para conseguir y conservar esta licencia, el CSC debería respetar las siguientes condiciones:
El CSC es una entidad sin ánimo de lucro. Ellos no pueden tener beneficios de la actividad del CSC, solo pueden haber trabajadores, para prevenir las malas prácticas asociadas al incremento de beneficios.
Las plantas son propiedad de cada miembro o de la colectividad, el club solo gestiona y asegura la producción y el suministro, con una concesión firmada por cada persona asociada, todas estas previsiones juntas, componen la dimensión del cultivo colectivo del CSC.
Todos los usuarios que quieran ser miembros del CSC deben hacer una entrevista con un responsable del CSC, para que la asociación pueda comprobar que este candidato es previo consumidor y otras cuestiones relacionadas.
El cultivo, el procesamiento, el almacenamiento, el embalaje, la conservación y el etiquetado se regirán por normas de procedimiento y protocolos para mantener las buenas prácticas en este punto, manteniendo las normas sobre higiene y seguridad. El CSC debería respetar las reglas de la agricultura biológica y el cannabis debería ser revisado para evaluar su calidad.
El cannabis tendría que venir con un aviso incluyendo los efectos, los posibles efectos secundarios (especialmente dependencia, embarazo, conducción y maquinaria pesada), las contraindicaciones y un número de teléfono de ayuda para llamar las 24h. El embalaje para la distribución debe estar en bolsas opacas, resellables y neutras y debería contener el porcentaje de THC y CBD, el símbolo de no apto para menores, la fecha de caducidad, un mensaje de prevención de riesgos y el nombre del CSC.
Añade la transparencia como herramienta de control, incluyendo el registro de miembros, el registro de plantas, la contabilidad anual, los documentos de los empleadores y el diario de distribución de los miembros.
Todavía esto es una propuesta y todas estas cuestiones serán discutidas durante los procedimientos de las cámaras, pero esta es más o menos la estructura de la misma. Nada está decidido pero esto es un paso firme para la regulación del cannabis en Bélgica, a través del autocultivo y el modelo CSC.
Muchas de las cuestiones aún no se han propuesto, se desarrollarán por un real decreto después de que la ley sea aprobada, si es el caso, las cuestiones como el número de plantas para el autocultivo, el almacenamiento para el propio uso y otras condiciones para cultivo individual. También las normas de composición y gestión de los CSC, las inspecciones a estas entidades, la ubicación y condiciones del cultivo, el estatus de cultivador, etc.
Para aproximar nuestra visión a la realidad en Bélgica, primero debemos entender las dos partes del país, la parte flamenca y la parte francófona, estas dos son diferentes en tradición y cultura y cada una tiene sus partidos políticos.
Debido a la alta fragmentación del sistema de partidos en Bélgica, en general los partidos políticos deben acordar llegar a grandes mayorías para aprobar las leyes, también tienen disciplina de voto dentro de los partidos. El Parlamento belga es una institución bicameral, compuesta por la Cámara de Representantes y el Senado. Esta iniciativa es presentada en la Cámara de Representantes por el Partido Socialista y necesita ser aprobada por estas dos cámaras para ser efectiva.
La Cámara de Representantes está compuesta por 150 diputados, solo 23 son del Partido Socialista. La distribución de los escaños se divide entre 13 partidos políticos, entre los que podemos destacar la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) con 33 escaños (un partido conservador), el Partido Socialista (PS) (francófono) con 23 escaños, el Partido Liberal Flamenco (CD & V) con 18 escaños, Liberales Flamencos y Demócratas con 14 escaños y Partido Socialista Diferente (SP-a) (Partido Socialista Flamenco) 13 asientos. El resto de los siete partidos tienen menos de 10 escaños en la Cámara de Representantes.
Los partidos no se han posicionado aún sobre la propuesta, pero podríamos deducir de la tradición política de los partidos y su último posicionamiento que PS, SP-a, Ecolo, Groen y PTB-GO / PvDA podrían estar a favor (48 escaños) . Por otro lado, Cdh, N-VA, VB y CD & V podrían ser contrarios (63 escaños). Finalmente, podría ser que quien tenga la clave de la aprobación de esta ley sería el MR y el Open VLD, los partidos liberales que suman 34 escaños en la Cámara.
En conclusión, todavía es una propuesta que tiene que superar los trámites parlamentarios, pero por lo menos es un buen paso para mover el debate sobre el cannabis en Bélgica. Con más de 100 artículos es una propuesta desarrollada y elaborada con el asesoramiento de expertos y sociedad civil. Está propuesta y firmada por la segunda fuerza política del Parlamento belga, en número de escaños. Así que tiene muchos puntos para ser una propuesta exitosa, pero tendremos que esperar todavía a las decisiones de los partidos y el desarrollo del proceso para saber si finalmente será aprobada.
Por Ana Afuera Gómez
Con la colaboración de Michel Degens