Se necesita un moratorio para la política de drogas, y un verdadero año de reflexión
Por Fredrick Polak, Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces
5 de marzo de 2009
Esta semana la Comisión de Estupefacientes el órgano de decisión política de la ONUDD, Oficina de Naciones Unidas sobre las Drogas y el Delito) tratará de decidir sobre las políticas para el próximo período, posiblemente los próximos diez años. Ello estaba en la agenda de la reunión del año pasado, pero visto que los datos no estaban disponibles, se decidió a introducir un “año de reflexión”.
Este llamado por un moratorio en la politica de drogas de la ONU está basado en los siguientes tres motivos.
1. El año de reflexión no ha sido utilizado debidamente y no puede concluir en marzo de 2009. No ha habido una evaluación ni reflexión digna de ese nombre, por lo menos no dentro de la ONUDD, la JIFE o la Comisión. Como de costumbre, la Comisión de Estupefacientes sólo evalúa a si misma.
No olvidemos que el llamado de Méjico para hacer una evaluación, justo antes de la reunión de UNGASS en 1998, fue descartada por la Comisión de Estupefacientes.
En el año pasado no ha habido ninguna discusión sobre un informe de evaluación dentro de la Comisión. Las propuestas de la Asamblea Global de ONGs “Más Allá de 2008” fueron ignoradas. Los preparativos para la reunión de marzo 2009 concentraron sobre la declaración política que debería producirse en consenso para el Alto Segmento de la Comisión de Estupefacientes, y por razones ideológicas se omitieron en esta declaración las observaciones sobre la reducción de daños.
2. La única evaluación independiente debería haber alcanzado los miembros de la Comisión de Estupefacientes antes y durante sus deliberaciones que comienzan la próxima semana, fue la que fue solicitada por la Comisión Europea. Esta evaluación, hecha por una comisión presidida por el Prof. Peter Reuter ya fue lista en borrador en diciembre, pero fue suspendida por razones desconocidas y no se hará pública hasta antes del comienzo de la Comisión de Estupefacientes. Ello significa que ya no hay más posibilidades para esta evaluación para tener influencia alguna sobre el resultado de la Comisión de Estupefacientes de 2009.
Sin embargo, en la reunión del Foro de la Sociedad Civil sobre políticas de drogas en la Unión Europea, el 4 de marzo en Bruselas, la conclusión principal de la evaluación de Reuter se hizo pública: la política internacional de drogas ha hecho más daños que beneficios.
3. Durante las últimas semanas ha resultado que los EEUU están a punto de aplicar cambios significativos en su posición sobre la política de drogas. Después de la elección del Presidente Obama la delegación norteamericana ha continuado resistiendo persistentemente la aceptación de principios de reducción de daños y derechos humanos, tal como es el caso en diferentes países miembros de las Naciones Unidas. Solamente hace pocos días el representante de los EEUU anunció un cambio menor pero significativo en la posición sobre la reducción de daños. Está claro que la administración de Obama necesita más tiempo para diseñar su nueva política. Por supuesto, los Estados Unidos no puede dejar que sus políticas sean determinadas por un país. Por otro lado, los EEUU es el poder global dominante, posiblemente más en política de drogas que en otras áreas. Es poco sensible adoptar una política global para un período largo, sabiendo que los EEUU están en proceso de cambiar sus posiciones, lo que probablemente influenciará muchos otros estados miembros.
Conclusión
La necesidad para un período de verdadera reflexión es mayor que nunca. Decidir sobre la política de drogas ahora, significa determinar una política para muchos años, posiblemente para los próximos diez años, sería altamente irresponsable.
La Comisión de Estupefacientes de este año no puede pasar por ser el último toque del “año de reflexión”. La publicación de una evaluación independiente por la Comisión Reuter puede y debería ser el inicio de una discusión y reflexión seria.
Se necesita un moratorio en la política de drogas, y un verdadero año de reflexión.